DESAYUNO EN TIFFANYS

En 1958, con tan solo 34 años de edad, Truman Capote publicó en EE. UU. su novela Desayuno en Tiffany´s. Quienes pudieron tener el privilegio de leer aquella edición durante los tres años siguientes se imaginaron una Holly Golightly diferente de todos aquellos que la hemos ido leyendo después. Y es que en 1961 el director Blake Edwards rodó la película, cuyo título se tradujo en España como Desayuno con diamantes, interpretada por Audrey Hepburn. Y desde entonces resulta imposible ya leerla sin ver el rostro de la actriz cada vez que aparece en escena el personaje de Holly. Lógico, porque hablamos de una de las mejores y más bellas actrices que ha dado Hollywood. Razón por la cual la desdichada Holly Golightly adquiere una nueva dimensión. La censura de la época, además, privó al film de las aficiones de la protagonista (fumar marihuana), su forma de ganarse la vida (mediante la prostitución), su bisexualidad y su anterior aborto. La Holly Golightly de Truman Capote oculta un pasado sombrío que antes o después será descubierto por el narrador y el lector. Por eso mismo, jamás habla de su pasado ni de nada que tenga que ver con ella directamente. Es una escort o chica de compañía que vive una vida extravagante. Por ejemplo, tiene por costumbre desayunar frente a la mítica joyería Tiffany´s. Porque me calma de golpe, ese silencio, esa atmósfera tan arrogante; en un sitio así no podría ocurrirte nada malo, sería imposible, en medio de todos esos hombres con los trajes tan elegantes, y ese encantador aroma a plata y a billetero de cocodrilo. Si encontrase un lugar de la vida real en donde me sintiera como se siento allí, me compraría unos cuantos muebles y le pondría nombre al gato. En el fondo, en efecto, Holly es una desarraigada y una farsante. Una desgraciada. Y, además, en el pasado más reciente ha rechazado un papel para la película de Hollywood The Story of Dr. Wassell. ¡De David O. Selznick, ni más ni menos! ¿Por qué abandona Los Ángeles y la posibilidad de ser una actriz rica y famosa y se establece finalmente en Nueva York para ejercer una profesión tan humillante? Así se lo explica ella misma al narrador de la historia, un escritor de poca monta del que desconocemos hasta el nombre: ser una estrella de cine es demasiado esfuerzo, hay que ser tremendamente narcisista. No quiero decir que el ser rica y famosa fuera a fastidiarme. Ésas son cosas que ocupan un lugar importante en mis planes, y algún día trataré de conseguirlas; pero, si las consigo, querría seguir gustándome a mí misma. Quiero seguir siendo yo cuando una mañana, al despertar, recuerde que tengo que desayunar en Tiffany´s. Pero, bajo ese halo de seguridad en sí misma se oculta la verdadera Holly. Una mujer que solo busca, sin encontrarlo, un camino que seguir en la vida.La verdad es que vive en un edificio medio destartalado de Manhattan y tiene como vecinos al escritor narrador de la historia, a Mr. Yunioshi y a la temible Madame Spanella, vieja que critica sus comportamientos y sus fiestas nocturnas y que siempre la amenaza con denunciarla a la policía. Bebe a menudo en el bar de Joe Bell, es la protegida de O. J. Berman, hombre de cine que sigue queriendo introducirla en Hollywood pese a sus demostradas reticencias, sale con el millonario Rusty Trawler, que quiere prometerse con ella a toda costa, y acaba compartiendo su piso con Mag Wilwood, una chica altísima que ansía marido. Además, a través de Mr. Shaughnessy, se gana un dinero extra visitando en la cárcel a un mafioso de nombre Sally Potato, de quien afirma ser su sobrina. En realidad, sin saberlo, pasa el parte meteorológico antes de cobrar. Un parte y unas visitas que acabarán complicándole mucho la vida en cualquier momento. Holly enamora de forma irremediable a todos los hombres que pasan por su vida. Entre ellos, al narrador, a Joe Bell, a Mr. Yunioshi, a O. J. Berman y a Rusty Trawler. Y no solo lo hace por su belleza. También porque, pese a su modo de vida, es una buena chica. Una buena chica que huye de unos problemas mientras se mete en otros incluso más graves. Una buena chica que no quiere cambiar de vida o que simplemente ya no puede hacerlo porque es algo imposible para ella. Una buena chica capaz de regalar una preciosa jaula de tres cientos cincuenta dólares para hacer prometer al nuevo dueño de la misma que jamás meterá en ella a ningún ser vivo. Una buena chica que, no obstante, también va partiendo los corazones de todos esos hombres que forman parte de su vida de una u otra manera. Algo que, según se irá viendo con el discurrir de su historia, viene ya de lejos. De su vida anterior. De esa que quiere mantener oculta. De esa que acabará por explotar ante sus ojos en cualquier momento.Desayuno en Tiffany´s es una magnífica novela corta que manifiesta que no hace falta alargar las historias sin motivo y que la belleza literaria no está formada por páginas sino por palabras. Las justas y necesarias. Así, apenas cien páginas pueden consagrar a un autor.

Personalmente me gustó mucho. A mucha gente le parece un libro del montón y fácilmente olvidable: no puedo estar más en desacuerdo, aunque «de gustibus non est disputandum». Es un libro cortito, pero aun así no da la sensación de ser una historia precipitada en cuanto a sus acontecimientos, sino que todo fluye a su ritmo. Me encanta Holly, su vida, su forma de ser y su deseo de no cambiar nunca. Me parece un personaje muy complejo y fácil de odiar, pero a mi me ha encantado. Es cierto que esperaba un final diferente, pero no le pongo ninguna pega al que tiene: deja la historia cerrada y te transmite ese sentimiento que te invade cuando terminas un libro que te gusta tanto. La narración en primera persona le da un toque a la historia, y hace que empatices más con los personajes y el entorno. A pesar de tener escasas 120 páginas, yo he conseguido conectar con Holly que es, sin duda, lo mejor de Desayuno en Tiffany's. Un libro ideal para desconectar: ni complejo, ni pesado; sí una gran elección.

No me encanto, claramente no me parece lo mejor de Truman Capote, me resulta una novela cortita, entretenida y bastante superficial. Creo que la real razón de la relevancia que se le otorga a esta novela reside en la película, y particularmente en el encanto de Audrey Hepburn; no tanto en la novela en si. No me parece mala, pero si olvidable, a diferencia de a sangre fría, que me resultó una pieza literaria de mayor calidad y real importancia.

Tengo que admitir que es de las pocas novelas en dónde la versión cinematográfica, con la fuerza y el enorme papel de Audrey Hepburn, supera la obra escrita, a pesar del talento de Capote.

Me tocaron el corazón las heroínas imperfectas de Capote. Mujeres que a pesar de sus pasados trágicos, llenos de violencia y soledad, ven el futuro con optimismo, quizás con ignorancia, pero luchan con lo poco que tienen para encontrar el amor y la libertad. Disfruté mucho de la lectura pues esta muy bien escrito, y aunque los cuentos no tuvieran una trama singular y atrapante, sus personajes son muy interesantes por lo que fue un placer conocerlos.

Al principio no lograba entrar en la primera historia, pero terminen tomándole cariño a Holly. Además. nunca logré desprenderla de la imagen de la Audrey Hepburn. Los otros tres cuentos son maravillosos: “Una casa de flores”, “Una guitarra de diamantes”, y mi favorito, “Un recuerdo navideño”, que describe la amistad entre un niño y una anciana. Recomendable.

Cuando se escucha este título se suele asociar instantáneamente con la película. Sin embargo (y como le dije a la persona que la leía conmigo en un reto de lectura), son como dos hermanas mellizas, con temperamentos opuestos. Esta nouvelle se caracteriza por tener una Holly más aguerrida, más descarada, como su autor la concibió desde un inicio. Que traza su camino a la meta que desea, y hace lo posible para lograrlo. Si bien no es una meta que sea tradicionalmente positiva, es suya, de nadie más. Forma parte de ella, no la comparte. Cubierta con un halo de misterio, Holly Golightly es inolvidable. Y cada uno, dentro de sí, y pese a que sintamos pena por el narrador de la historia, desea que la alcance. Mi ejemplar venía además con tres cuentos adicionales. Un recuerdo navideño es de los mejores cuentos que se han escrito en la historia. No se lo pierdan. Los otros dos no se quedan atrás.

Una novela no muy interesante, exceptuando a la protagonista y el mundo de ensueño que crea, aunque poco descriptivo, mantiene en el aire esa aura de misterio que genera la misma