Cuando Tiffany Quinn desaparece, todo cambia.De los 212 residentes de Cryers Cross, Montana, 178 se unen al sheriff Greenwood en una búsqueda que dura varios días, desde la salida del sol hasta que cae la noche. La escuela ha cerrado porque todos los estudiantes participan. Escudriñando caminos, registrando granjas, atravesando pastos donde se alimentan vacas y caballos, cruzando campos con trigo, cebada y patatas recién plantadas. Suben colinas y se internan en los bosques. Se desplazan en grupos de dos o tres, algunos nerviosos, otros llorando, otros más decididos. Se gritan cada poco tiempo para asegurarse que no se pierde nadie más: los móviles no sirven para mucho. Cryers Cross no tiene cobertura.Después de cinco días no hay ni rastro de Tiffany Quinn.
Es un libro que tenía pendiente desde hace años y que por fin me decidí a leer. Si que es verdad que me esperaba algo más, pero en ningún momento me he aburrido. El libro trata sobre la desaparición de dos jóvenes del pequeño pueblo de Cryer's Cross, donde nunca pasa nada. Kendall no tenía mucha relación con la primera chica que desaparece, pero cuando el que se esfuma sin dejar rastro es su mejor amigo y vecino de toda la vida, su mundo da un giro. Además, a esto se le suma la aparición de mensajes grabados en una de las mesas del instituto.