Cuando escribió Zama -una de las escasas novelas perfectas de las letras hispánicas- el notable narrador argentino Antonio Di Benedetto consumó lo que pudiera considerarse como la clave para acceder a su obra: un universo silencioso y en suspenso, donde las cosas ocurren menos por la voluntad de los hombre que por la fatalidad de los acontecimientos. En esta colección de cuentos de rara belleza, esa clave se diversifica sin dejar de ser ella misma: el silencio, la soledad, la imposibilidad de comunicarse con los otros, de transmitir lo interior sin distorsiones, alcanzan verdaderas cimas de angustia y de tensión cuya eficacia reside en evitar continuamente la tentación altisonante.