Un joven que se aislaba, una joven que la enfermedad la consumia física y espiritualmente. Una tragedia. El narrador, Egaeus, se prepara para casarse con su prima, Berenice. Egaeus sufre extraños ataques de ensimismamiento durante los cuales parece aislarse por completo del mundo exterior. Berenice empieza a deteriorarse debido a una enfermedad desconocida, hasta que la única parte de su cuerpo que parece permanecer viva son sus bonitos dientes, con los cuales Egaeus empieza a obsesionarse. Berenice muere finalmente y él entra en uno de sus trances. Un criado lo interrumpe informándole de que la tumba de Berenice ha sido profanada. Egaeus se descubre cubierto de sangre, y a su lado, diversas herramientas de dentista y una cajita conteniendo 32 dientes ("thirty-two small, white and ivory-looking substances"). Por otra parte, todo hace pensar que Berenice fue enterrada viva.
Ok. Le doy este puntaje porque la verdad ponerle menos sería engañarme a mi mismo, está es la primera novela que leo de este autor tan famoso y en pocas páginas me dejó con la boca abierta. Es un cuento que te pone a pensar desde la primera página y la verdad sentí la locura del protagonista y ese final 😱, lo que consiguió fue dejarme con ganas de seguir leyendo más del autor la verdad que es muy recomendado.
Poe tiene esa maravillosa capacidad de hacer que sus historias se queden en mi mente incluso horas después de haber acabado, todavía analizándo y pensando, ¿qué acabo de leer? En fin, aquí volvió a hacerlo. Al tener a un protagonista tan confuso y para nada confiable solo consigue envolver al lector aún más en la manta de misterio y terror que envuelve a la historia. Pese a que me esperaba el final, fue el trayecto recorrido hacia él lo que hizo que amara Berenice.
Interesante lectura, el cual la podemos comparar con algunas otras lecturas muy interesantes de este autor tan emblematico en el genero del terror, como lo son: El gato negro, El extraño caso del señor Valdemar, El escarabajo de Oro, entre muchos otros...
*Los recuerdos de mis primeros años se relacionan con esta mansión y con sus libros, de los que ya no volveré a hablar. Allí murió mi madre. Allí nací yo* *Berenice y yo éramos primos y crecimos juntos en la mansión de nuestros antepasados. Pero crecimos de modo distinto: yo, enfermizo, envuelto en tristeza; ella, ágil, graciosa, llena de fuerza; suyos eran los paseos por la colina; míos, los estudios del claustro; yo, viviendo encerrado en mí mismo, entregado en cuerpo y alma a la intensa y penosa meditación; ella, vagando sin preocuparse de la vida, sin pensar en las sombras del camino ni en el silencioso vuelo de las horas de alas negras* *Y la tarde cayó sobre mí; y vino la oscuridad, duró y se fue, y amaneció el nuevo día, y las brumas de una segunda noche se acumularon alrededor, y yo seguía inmóvil, sentado, en aquella habitación solitaria; y seguí sumido en la meditación, y el fantasma de los dientes mantenía su terrible dominio, como si, con una claridad viva y horrible, flotara entre las cambiantes luces y sombras de la habitación*
En la extraña anomalía de mi existencia, los sentimientos nunca habían sido del corazón, y mis pasiones siempre eran de la mente.
¡Los dientes! ¡Los diente! Estaban aquí y allí y en todas partes, visibles y palpables, ante mí; largos, estrechos, blanquísimos, con los pálidos labios contrayéndose a su alrededor".
Pero así como en la ética el mal es consecuencia del bien, así también, de hecho, la tristeza nace de la alegría.
¿Cómo es que de la belleza ha derivado un tipo de fealdad; de la alianza y la paz, un símil del dolor? Igual que en la ética el mal es consecuencia del bien, en realidad de la alegría nace la tristeza...