¿FUE EL?

Hay un populoso dicho que "todo extremo es malo" y este libro nos cuenta una historia de extremos: en primera instancia Zweig nos lleva por la felicidad extrema, donde a veces hasta empalagoso se veía uno de los personajes, y después, nos cambia el libreto, por otro extremo: los celos. Me gusta la maestría de Zweig para describir los sentimientos y emociones de sus personajes, la psicología que maneja en sus escritos es extraordinaria. Recomendada lectura.,... corta y aunque predecible, nos presenta un lenguaje no verbal que a veces dice más que mil palabras.

Esta novela tan cortita simplemente me encantó. No me voy a explayar en las bondades de Zweig porque aquí son de sobra conocidas, pero no quería dejar de recomendarles esta obra. Se lee en un rato y una vez que empiezas no la sueltas. Fue o no fue él? Fueron los demás que miraron para otro lado? Fuimos nosotros, que actuamos según capricho divino y luego nos sorprenden las consecuencias? Se podría haber evitado? Son muchas las cuestiones que se quedan rondando en la cabeza....

En tan pocas páginas este hombre logra engancharme como pocos lo hacen. Esta historia a pesar de ser tan corta te mantiene ahí queriendo más, esperando y a la vez deseando no saber, Zweig lo hiciste de nuevo.

Y como jamás defrauda porque es genial, escribe como nadie y realiza unas hstorias que son tan impresionantes, pues no puedo dejar de leer todo lo que aún me resta. Y esta es una novela espléndida, que he disfrutado como nadie. Y como de costumbre, su gran maestría en la descripción de sentimientos y emociones nos inunda. Es otra intensa narración sobre uno de los sentimientos de los seres humanos, bastante frecuente, los enfermizos celos y sus consecuencias. Una historia que se explica desde un único punto vista, el de Betsy, una mujer que habita en una casa con su marido, cerca de la ciudad de Bath, y donde acaban de llegar nuevos vecinos. Por tanto, nos encontramos con pocos personajes , ellos dos, y los recién llegados, un matrimonio joven, los Limpley, que viven en una casa cercana. Y poco tiempo después, llega nuestro gran protagonista, el perro Ponto, un bulldog, que Betsy ha regalado a su vecina, al considerar que le hará buena compañía durante las ausencias de su marido por motivos de trabajo. Sin embargo, será el marido, John Charleston Limpley, un personaje muy peculiar, de carácter apasionado y gran vitalidad el que prestará toda la atención del mundo a su perro, al que concederá todos los caprichos y ocupará un lugar predominante en la casa y en la familia de la joven pareja. Y es a través del perro, como el autor nos demostrará toda la complejidad del desamparo, los sentimientos y las consecuencias que pueden surgir cuando los afectos son sustituídos. Es deslumbrante el gran análisis psicológico en el relato y como va progresivamente creciendo una gran tensión en la historia, al describirnos con detalle, todos los pensamientos que irrumpen en el animal, que va sintiéndose humillado y abandonado, al ser ya dejado de lado porque los afectos y el amor se desplazan. Impactante. Desde el inicio del libro sabemos que va a ocurrir un asesinato, es anunciado por Betsy, sin embargo, nos mantiene totalmente atrapados hasta la última página. El título también nos lo indica. A todos los lectores de esta obra de Zweig, que habéis dejado vuestra reseña, os he leído y me han gustado mucho vuestros comentarios. Zweig siempre deslumbra. Magistral

Una historia simple, corta, pero con un trasfondo absolutamente maravilloso. Eso es este autor, la simpleza de lo bello. Demuestra que con pocas palabras se puede decir demasiado; que es posible que un personaje que no hable, un animal, tenga más carácter que el mismísimo Zorba el Griego; que una historia siempre atrapa cuando es bien contada; que todos los seres vivos sienten, tienen emociones; que acostumbrar a lo bueno a alguien puede resultar complejo cuando se tiene que cambiar el hábito; que la envidia puede ser el comienzo de muchos peores males; que los personajes, por muy buenos que sean, siempre deben tener o tienen un lado oscuro; que Zweig es de lo mejor que he descubierto; que debe leerse para saber si: Fue el?

Éste es el segundo libro que leo de Stefan Zweig después de “Carta de una desconocida”, libro que me encantó y me conquistó gratamente, y qué decir, las expectativas que me había formado se han visto completamente abastecidas. Me ha vuelto a fascinar la prosa que utiliza Zweig y su manera de analizar algo tan cotidiano y común, en el libro anterior, como el amor, en éste caso, como los celos. Zweig nos narra en primera persona ésta corta novela, desde la perspectiva de la vecina de los protagonistas, los Limpley. La señora Limpley es tranquila y bastante reservada, mientras que el señor Limpley es impetuoso, vigoroso, y cariñoso y amable en exceso, hasta tal punto que llega a resultar algo empalagoso. La historia nos narra la convivencia entre vecinos, hasta que llega Ponto, un perrito que los Limpley deciden adoptar. Es un cachorro adorable que Limpley mimará hasta más no poder, pero al crecer, una torcedura en su destino de ser el centro de atención y estar mimado hasta el fin de su vida, provocará grandes consecuencias… En pocas páginas Zweig desarrolla una introducción, un nudo y un desenlace impecables, todo fundamentado, de manera que se lee de una tacada. La intriga que utiliza el autor en éste libro es curiosa, pues a pesar de ser muy predecible, logra engancharte de tal modo por querer saber cómo va a desarrollar y a resolver los hechos, por lo que le atribuyo doble mérito. También cabe destacar que el austríaco se mete en la mente del perro, y a pesar de que se narra en tercera persona, se nos describen los sentimientos y los pensamientos de Ponto y su manera de percibir el asunto en el que se ve envuelto, fundamentando y dando un porqué a sus actos; a la par intercalándolo con el punto de vista de los Limpley y de la narradora. Los celos y las malas costumbres son algo terrible, y así nos lo demuestra Zweig. Lo que le pasará a Ponto, los celos que le corroerán por dentro de la piel, serán causados por las malas costumbres y por la mala crianza por parte de Limpley; por lo que en el momento en el que Ponto pueda realizar algo terrible, nos podemos plantear: ¿La culpa es de Ponto, del perro, o de Limpley, el humano que lo ha malcriado? ¿Quién es el verdadero culpable de la negligencia, de la desidia y de los pensamientos crueles y viles de Ponto? ¿Todo lo que hacemos está marcado por aquellos que nos rigen? ¿Quiénes somos en realidad; seres dóciles y manipulables como Ponto, o seres como Limpley, controladores sin excusa? La recomiendo muchísimo, es corta y está muy bien escrita. Zweig no deja de sorprenderme. 3/09/2021

¿FUE ÉL?...🤔 Así te deja pensando Stefan Zweig cuando terminas de leer este libro. Esta es otra genialidad del escritor Austriaco que en esta ocasión nos lleva a explorar el sentimiento de los celos, pero de una manera poco común, a través de "Ponto" un perro bulldog que llega como obsequio al matrimonio de los Limpley. Este es un relato que te hará reflexionar en especial si tienes por mascota a uno o varios de estos amigos cuadrúpedos, precisamente por todo eso que vive en su día a día este cachorro. Pero no solo nos muestra aquí todo eso malo y desagradable que hace alguien (incluso un perro) cuando se encuentra poseído por los celos...¡no! También nos lleva a reflexionar sobre los excesos, porque bien se dice que todo en exceso es malo, aún las cosas que en apariencia no lo son, como sucede con la exagerada amabilidad y atención que pródiga el señor Limpley a todos los que lo rodean, incluso al mismo ”Ponto", quien también sufre las consecuencias de dichas atenciones desmedidas. 🐶

La facilidad que tiene este hombre para plasmar, en menos de 50 páginas una historia bien construida, de principio a fin, me deja con la boca abierta. Los personajes crecen en intensidad llegando a estar perfectamente perfilados, la trama sigue un esquema básico, pero no por ello menos interesante. Me ha impresionado la transformación de Ponto, es maravillosamente perfecta y da escalofríos. Mientras lo leía, no he podido evitar pensar en Thor, ese Bóxer que estaba en casa cuando me quedé embarazada y que apoyaba la cabeza en mi barrigota, para ser posteriormente almohada de mi hijo mayor. Los humanos hacemos barbaridades, algunas veces intencionadamente, otras veces sin pensar, pero siempre hay consecuencias, siempre. Un libro que se lee en un día y que es muy recomendable.