El clásico de J. K. Rowling ilustrado por el artista Jim Kay. La vida de Harry Potter cambia para siempre el día que cumple once años, cuando el gigante de ojos negros y brillantes Rubeus Hagrid le entrega una carta y le revela noticias asombrosas: Harry Potter no es un chico normal y corriente, es un mago. Está a punto de comenzar una aventura extraordinaria...
Hacía mucho, pero mucho tiempo que había leído este libro. Creo recordar que quizás en alguna ocasión lo he releído, o fue algún otro libro de la saga, no puedo recordarlo bien. Lo que sí sé, es que me sé las películas de memoria. Por eso cuando recibí por “Papá Noel” la edición ilustrada, moría por volver a leerlo. He viajado en el tiempo con este libro, me he visto a mí misma muchos años atrás devorando páginas como he hecho ahora. Había olvidado a Peeves, ese fantasma bromista que no sé porque no aparece en las pelis, también lo mucho que podía odiar a Snape y cuánto adoraba a Hagrid, entre otros. Todo un acierto volver a este libro, lo haría una y mil veces.
Como la primera q tome el libro de harry potter y la piedra filosofal, de la aventura en q se terminó divirtiendo, la forma en como se escribió, emocionante, triste por supuesto por la historia, pero fascinante.
Con unas ilustraciones que te hacen querer leer una y otra vez este libro, te dejan marvillado junto con la narración y descripción de la autora de cada lugar en el castillo.
Lo interesante de este libro, además de su historia, son las ilustraciones que acompañan el texto. Fantásticas.
hay algunas cosas que uno no puede compartir sin terminar unido, y derrumbar un trol de tres metros y medio era una de esas cosas
El hombre más feliz de la tierra puede usar el espejo de Oesed como un espejo normal, es decir, se mirara y se vera exactamente como es.