Por el carácter epicéntrico del Estado en el establecimiento y sostén de ladominación, la respuesta más transgresora y sustancialmente revolucionaria esantiestatal. Por más abundantes y mayoritarias que sean las versiones dereformismo que confían en la vía gubernamental. La revolución del siglo XXI esentonces la opción por el camino más difícil, sin embargo, el único por el quevale la pena jugarse el pellejo.