La democracia necesita descansar sobre la voluntad soberana de los ciudadanos. Se insiste en la voluntad ciudadana, pero se oculta el requisito de la soberanía, y si una sociedad carece de su soberanía no puede disfrutar de la democracia. Soberanía es no depender de otro que decide por ti. Por tanto, una sociedad dominada no puede decidir por sí misma, luego no es soberana, ni puede vivir democráticamente.