Un alucinante viaje a través del tiempo y el espacio a una tierra en la que era posible encontrar peleas, descomunales, tigres o diamantes del tamaño de una nuez.. En la obra de Emilio Salgari se confunden realidad y ficción a partir de su enorme capacidad de fabulación sobre geografías y ambientes que él solo llegó a conocer a través de las descripciones que sacaba de las bibliotecas en Verona y Turín. Familiarizado con el léxico marino, por sus estudios no finalizados de capitán de gran cabotaje, conseguirá un gran verismo en las numerosas batallas navales de sus libros de aventura. La historia de Sandokán, una de sus creaciones más felices, fue concebida como un viaje alucinante a través del tiempo y el espacio a una tierra en la que era posible encontrar peleas, descomunales tigres o diamantes del tamaño de una nuez.
La primera novela de piratas que leí y me hizo fan de las historias de piratas y todavía lo más grandioso es que Salgari en realidad fue un marinero en esos siglos de piratería por lo que sabe de lo que habla. Como dato, los reyes lo leían, todas sus historias escritas, sin embargo él vivió en la pobreza porque si editor no le dio sus ganancias y nadie le defendió.
Historia de un príncipe pirata, cuyo objetivo era devolver la libertad a su país, enfrentando a compañía de la indias
¡Qué contraste!-exclamó-. ¡Fuera, el huracán y yo aquí dentro! ¿Cuál de las dos tempestades es más terrible?