Uno de los fenómenos más discutidos en los accidentes de circulación resulta el supuesto en el que existen varios acontecimientos que son causa de un daño. Por ejemplo, cuando la causa del accidente se debe no sólo al conductor de un vehículo, sino también a la negligencia de la de la víctima. En estos casos, se aprecia una concurrencia de culpas (o de causas, como acertadamente matiza la autora), que se traduce en último término en una moderación de la responsabilidad y una reducción de la cuantía de la indemnización. Esta realidad constituye una cuestión de gran relevancia práctica, como refleja el número de pleitos en los que se alega la intervención de dos o más causas en el daño para lograr una aminoración de la responsabilidad y reducción del resarcimiento del daño.