REBECA

"Anoche soñe que había vuelto a Manderley"... asi inicia el recuerdo de la protagonista de esta novela que curiosamente nunca se revela su nombre. Nuestra protagonista es una joven tímida y muy ingenua que trabaja como dama de compañia. Conoce a Maxim de Winter un hombre rico en Montecarlo y se casa con él. Ambos se van a vivir a la casa de Maxim de Winter "Manderley", una mansión enorme situada en la costa de Inglaterra, una casa con mucha hisitoria. Hasta ahí todo viento en popa, hasta que la sombra de Rebeca la primera esposa de Maxim y quien falleció en circinstancias poco claras empieza a abrumar a la nueva esposa. Todo mundo la compara con Rebeca quien parece la mujer perfecta las comparaciones son en todos los aspectos desde el físico, aptitudes, conocimientos, modales, capacidades, habilidades, en especial la señora Danvers la ama de llaves y antigua doncella de Rebeca quien hace sentir a la nueva esposa que nunca podrá ocupar el lugar de Rebeca como la señora de la casa. Maxim parece indiferente y su esposa piensa que todavia esta enamorado de Rebeca. Todo parece ir de mal en peor para la nueva señora de Winter hasta que la sombra del pasado regresa a Manderley.

Me ha parecido una maravilla de libro, empezando por la ambientación, pasando por los personajes y acabando por la trama. La prosa tiene un estilo gótico, oscuro y clásico, y las descripciones de la mansión Manderley y sus alrededores tienen tanta calidad que se pueden percibir los olores, las sensaciones y los lugares como si estuvieras en ellos. Incluso Manderley podría ser un personaje más en la novela. Respecto a la trama va aumentando poco a poco el ritmo con grandes giros a partir de la segunda mitad del libro. La autora crea un halo de misterio a lo largo de toda la novela difícil de superar y exprime los sentimientos de la protagonista de forma sublime, tanto que logra transmitir ese desasosiego incesante en toda la historia. La recomiendo mucho. Una obra maestra que sigue siendo un hito hoy día.

Es un thriller psicológico lleno de suspenso e intriga, que logra transmitir la ingenuidad, el miedo, la expectativa y las inseguridades del personaje protagónico una muchacha insignificante, al enfrentarse a una nueva etapa de su vida, como es su matrimonio con un hombre viudo y rico, se enfrenta con las comparaciones de ella y Rebeca la primera esposa de su marido y en el desarrollo de historia va descubriendo secretos y misterios que contradicen la imagen perfecta de Rebeca

Una jovencita, cuyo nombre no menciona la novela, que es insegura e inexperta, trabaja como dama de compañía en Montecarlo, lugar de descanso temporal de su desdeñable señora. Allí conocen a Maxim de Winter, un viudo de carácter seco y sombrío, atormentado por los recuerdos, él y la joven se enamoran y poco después de casan. Llegan a su nuevo hogar en la costa inglesa, donde la chica se sentirá como la sombra de Rebeca, la primera esposa de Max, allí estará laborando la que fue nana y gran amiga de Rebeca y que hará lo imposible por hacerle la vida miserable a la recién llegada. La pareja de recién casados, vivirá momentos de fuerte adversidad, que en varias ocasiones me hicieron sentir que la novela sería predecible, pero que la autora habilmente le da un giro a la historia en forma agradaable y sorprendente. Me gustó mucho la exquisita narrativa, el toque de misterio a lo largo de la obra y el final también inesperado. Un clásico de lectura de gran amenidad.

Una historia magnífica, llena de misterio, de psicología sobre todo gótica. Rebeca el nombre del libro quién no es más que una persona muerta pero que se lleva el protagónico total de la historia. Una buena narración, maravillosa, giros tremendamente inesperados. Me ha dejado perpleja, hace mucho que un libro no me ha dejado de está manera. El extraordinaria relación que te hace pensar en la historia de Brönte.

La oscuridad y la bruma envuelven a Manderley, que se alza imponente entre un frondoso y tenebroso bosque. Hasta allí llegará la nueva señora de Winter convencida de encontrar la felicidad. A medida que avanzamos en la lectura, seremos presas del horror y el miedo que le producirá la presencia fantasmagórica de Rebeca y la de su fiel criada, la señora Danvers, a nuestra protagonista. En medio de una asfixiante atmósfera lúgubre, presenciaremos el calvario que ésta ha de vivir ante las infames críticas de los vecinos y criados, las desagradables comparativas con la figura de la difunta y sus propios demonios internos que minarán su autoestima, jugándole malas pasadas. Du Maurier presenta virtuosismo en su primorosa prosa a la hora de narrar, siendo capaz de generar un ambiente inquietante e irrespirable que logrará transmitir ansiedad al lector a medida que devora las páginas. Me parece justo subrayar la destreza de la escritora para mantenernos en vilo, a pesar de que algunos giros de la trama pueden conjeturarse con facilidad. Al cerrar el libro no puedo dejar de pensar en la fascies cadavérica de la señora Danvers con una maléfica sonrisa, mientras aprieta con fiereza su vestido negro. Recomendable perderse entre sus páginas.

Rebecca, una mujer inolvidable Es la tercera novela publicada por la famosa novelista inglesa Daphne Du Maurier en 1938. Me es fácil hablar de este libro y además recomendar su lectura. Lo leí hace unos años y tiene un sitio de honor en mi biblioteca junto a otros libros de los que iré hablando más adelante. Quizás para esta época sea una historia pasada de moda. Aún así, creo que sus personajes merecen ser conocidos y presentados a los ojos de los lectores tal como son: Una joven sin experiencia que se casa con quien cree que es el amor de su vida; un hombre veinte años mayor que le roba el corazón y que además le esconde un terrible secreto; y una perversa ama de llaves. La historia tiene otros agregados que le dan a esta narración el poder de convertirse en un clásico. Por ejemplo, la gran mansión Manderly, donde van a vivir; escenario espectacular que la escritora describió en todos sus detalles, y que me ha dejado la duda de que realmente existiera. Hay un párrafo al comienzo de la novela que no he podido olvidar: “...Anoche soñé que regresaba a Manderly, era de noche, la luna brillaba entre los árboles. El camino me llevaba hasta la mansión, las flores lucían plateadas, todas iguales, en una infinita línea de aromas. Al ir acercándome pude ver los techos, se veían negros, fantasmales, un temor se apoderó de mí y entonces, finalmente lo vi... Allí estaban las ruinas carbonizadas de la gran casa (...)” n 1993, la escritora Susan Hill escribió La señora de Winter, que viene a ser la segunda parte de Rebecca. Yo lo leí y no me gusto, no hallé en su narración nada que me atrapará, por eso quizás lo he olvidado. Por @Lilix para www.lapalestranoticias.com

Lo que me ha fallado de este libro ha sido la protagonista. Muy conformista, ingenua y muy sosa. El misterio y todo lo que envuelve el caso de Rebeca me pareció intrigante pero sin más. Además pensé que había algo más ya que a lo largo de la historia no se revela el nombre de la protagonista pero me equivoqué. También sentí que se iba mucho por las ramas y eso me hizo lenta la lectura.