Solo en raras ocasiones somos conscientes de que miramos el mundo a través de una lente: la de nuestras creencias. Basta, sin embargo, observar detenidamente la más sencilla de las tareas cotidianas para hallar evidencia de que nuestras acciones son resultado no sólo de nuestra racionalidad, sino que están influidas de alguna manera por aquello en lo que creemos. Para Nils J. Nilsson es precisamente la suma