Cada vez es más urgente rescatar un discurso crítico sobre la Unión Europea. Desde la izquierda, ese discuso debe subrayar los ingentes problemas de déficit democrático que acosan a la UE, el auge imparable del neoliberalismo más insolidario, la primacía de mezquinos intereses que se aprecia en la política exterior comunitaria, las secuelas de una histórica sumisión a Estados Unidos o la trama que rodea a una ampliación y a una Constitución que poco se parecen a lo que cuenta el relato oficial.