El hallazgo de ochenta y una cartas fechadas entre los años 1827 y 1833, dirigidas por Jayme Tintó -organizador de una verdadera "flota negrera" desde Barcelona- a José Yrineo de Yrigoyen -especie de fachada, en este negocio ilícito, del poderoso negrero gaditano Joaquín Gómez, radicado en La Habana-, ha permitido al doctor Enrique Sosa Rodríguez adentrarse en un momento peculiar del comercio de esclavos y develar las características de una organización que de manera clandestina desarrolló la trata usando como centros Barcelona, Cádiz y La Habana. Dentro de la significativa bibliografía sobre el tema, este libro constituye un aporte original.