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Sinopsis de NADIE EN ESTA TIERRA

Julián Leal es un inspector de la policía en Barcelona que no está pasando por su mejor momento. El médico le ha detectado un cáncer y no le da mucho tiempo de vida, además acaba de ser expedientado por darle una paliza a un sospechoso de abusos de menores. Después de una visita a su pueblo en Galicia empiezan a aparecer unos cadáveres que pueden tener relación con él y su superior le quiere cargar con las culpas para vengarse por unos rencores del pasado. Él y su compañera Virginia se verán arrastrados a una investigación mucho más profunda y complicada de lo que podrían pensar y que podría costarles la vida a ellos y a todos los que aman. Julián no deberá ajustar cuentas solo con su presente, sino también con su pasado. Esta es una historia sobre el camino que a veces recorren los sueños hasta convertirse en pesadillas.

17 reseñas sobre el libro NADIE EN ESTA TIERRA

L primera novela, que leo, de Víctor del Árbol. Como lectora de novela negra me llamó mucho la atención, las reseñas que encontré del libro, y fue una excelente decisión. Impresionante la narrativa de este escritor, con personajes atormentados Con el pasado y el presente. Toca el tema sórdido como es el abuso de menores, de una manera real, sin adornos y sin exageraciones. Un inspector de policía con una historia cruel y con un presente y futuro no tan diferente se embarca en una cruzada por un niño, que lo lleva a desenmascarar a altos funcionarios, no sin antes sufrir la traición de quien no esperaba, y aun mas asombroso recibir ayuda de un personaje impensado. Ojala que el epílogo de este libro se cumpla en cuanto a el inspector Leal, y que lo acompañen Virginia y Soria, sería una pena que no sigamos conociendo de los casos de estos tres impensados compañeros


Una novela policíaca que va mucho más allá de lo habitual en el género. El autor indaga en la naturaleza humana y se hunde en toda su podredumbre. Los malos y los buenos se mezclan y se enredan y nadie se libra de sus miserias. Un relato que empieza con una venganza y una vuelta a los orígenes.Julian Leal el protagonista trata de ajustar cuentas con su pasado y se encuentra con la corrupción de los poderes públicos, la crueldad de las mafias organizadas , la droga, la pedofilia , el asesinato … Un mundo del que nadie se salva ni siquiera él mismo.Muy recomendable.


Cuando todo está perdido solo quedan dos caminos: hacer el bien o hacer el mal. Intentar irse con la cabeza alta y la conciencia tranquila o arrasar con todo y con todos. Este es uno de los puntos de partida de la nueva novela de Víctor del Árbol. Una novela policiaca de las que atrapan al lector hasta introducirlo en sus páginas y no dejarlo marchar hasta terminada la última de sus frases. Con personajes de los que a uno lo marcan. Como el protagonista principal, Julián Leal, un inspector de policía que se debate entre la vida y la muerte a causa de un cáncer que no parece tener ya solución y que acaba de ser expedientado por dar una paliza casi mortal a un miembro de la alta sociedad barcelonesa. Y, por si todo ello fuera poco, tras una breve visita a su pueblo natal de la costa de Galicia comienzan a aparecer cadáveres de personas que tuvieron mucho que ver con él treinta años atrás. Y, claro, el principal sospechoso de los crímenes es él. Todos los dedos lo señalan y ya ni su compañera Virginia parece fiarse de él.Casi todo el mundo piensa que Julián ha elegido la segunda opción en la disyuntiva inicial, es decir, hacer el mal y arrasar con todo y con todos antes de irse de este mundo. Casi todos, menos el verdadero asesino, un sicario mexicano que se dirige en primera persona tanto al lector como a los personajes de la novela. Un sicario convertido en otro narrador más de la historia. Un narrador siempre con las palabras justas y las justificaciones apropiadas. Hecho este que hace que si la forma de narrar de Víctor del Árbol siempre ha sido fresca y original, en este caso lo sea más si cabe. Porque al lector le impacta que de vez en cuando el narrador sea ese asesino implacable y metódico que parece estar siempre en los lugares y momentos adecuados. Un criminal de vocación que actúa por encargo y que parece invisible, sobre todo porque nadie lo mira. Nada como aprovechar que los ojos estén puestos en otra persona que nada debe. Porque, como suele suceder en ocasiones, las cosas no siempre son lo que parecen.El caso es que Julián debe hacer de tripas corazón y, sobreponiéndose a su cada vez más deteriorado estado de salud y a un sentimiento de soledad realmente descorazonador, trata de rendir cuentas con su pasado y su presente. Gracias a sus acciones, al narrador omnisciente y a ese otro narrador ocasional con forma de asesino las piezas de los puzles de las historias pasada -la de la Galicia de hace treinta años- y presente -la de la Barcelona actual- comienzan a ir encajando de manera pausada, sin prisa pero sin pausa. De una manera precisa, como si de un prestidigitador se tratara. Porque así son las novelas de del Árbol: puzles de mil y una piezas que van encajando de forma admirable hasta mostrarnos unas historias que resulta imposible no admirar. Historias cuyos pasados y presentes se explican entre sí, se justifican, se necesitan. Todo ello para mantener en vilo a un lector ávido de saber qué pasó, qué está pasando y qué pasará.Uno de los temas recurrentes en los libros de Víctor del Árbol es el de las infancias robadas. A nada ni a nadie parece aborrecer más este autor que a los ladrones de infancias. Y, por desgracia, hay demasiadas maneras de robarle la infancia a un niño. Que se lo digan a varios de los protagonistas de las anteriores novelas de del Árbol. Que se lo digan también, por ejemplo, a Julián Leal. Y a un niño que aparece en esta novela y cuya historia personal está detrás de las últimas acciones del protagonista principal de Nadie en esta tierra. Un protagonista que, aunque cada vez menos lo crean, ha elegido la primera opción, o sea, hacer el bien e irse con la conciencia tranquila y la cabeza alta. Por él, por su padre, por ese niño del que acabo de hablar y de su compañera Virginia. No en vano, Julián no solo lucha por salvar su vida y demostrar su inocencia. También debe tratar de salvar a quienes más quiere.Uno de los puntos fuertes de las novelas de Víctor es la caracterización psicológica de cada uno de ellos. El autor conoce a la perfección a cada uno de sus personajes. Y nos los describe de igual manera. Son personajes profundos, con sus grietas y sus fortalezas. Con sus mochilas del pasado. Con sus ansias, sus desvelos, sus sueños cumplidos o rotos.Pero, con todo, lo peor no es que existan seres como este asesino a sueldo que asegura tener sentimientos pero otro punto de vista diferente al común de los mortales. Lo peor, como digo, es que existen otros seres mucho más peligrosos, lobos con piel de corderos, criminales con apariencia de personas importantes incapaces de cometer según qué delitos atroces. Uno de los puntos más fuertes de las novelas de Víctor del Árbol es la gran capacidad que tiene para mezclar realidad y ficción para mostrarnos el mundo tal cual es. Con sus partes más bonitas y también con aquello que de tan oscuro que es preferimos dejar de lado para poder seguir viviendo nuestras vidas.


De nuevo me sorprende Víctor del Árbol con su prosa cuidada y envolvente. En esta novela el inspector Julián es diagnosticado de cáncer terminal y está expulsado temporalmente del cuerpo por un abuso policial que cometió. En sus últimos días decide visitar por última vez su tierra natal, Galicia, pero a su vuelta es acusado de un asesinato que se ha cometido allí. Alguien quiere verlo fuera de juego y cargarle con el muerto. Ayudado por su compañera Virginia, está decidido a desenterrar su pasado y poner justicia entre lamentos y pequeñas venganzas. Ambos se verán arrastrados a una investigación mucho más profunda y complicada que puede costarles la vida, a ellos y a sus seres queridos. La novela alterna dos tiempos distintos para hacernos conocer la historia de Julián en el pasado y por qué ese pasado es decisivo para resolver los problemas del presente que ahora le retratan como un asesino. Es una historia muy humana donde los personajes se ganan nuestra atención, incluso el malo de la película, que a veces nos habla en primera persona, llama especialmente la atención por esa búsqueda de la verdad, es el que nos abre los ojos ante el sufrimiento, la violencia, el abuso, y el alto precio que tienes que pagar cuando cierras los ojos y callas. Dentro de la trama hay un claro mensaje por visibilizar el abuso a los menores y, naturalmente, para contarlo bien los personajes no pueden ser estereotipos al uso. Todos, desde el villano hasta el personaje más insignificante tienen una gran calidad creativa, y cuanto más avanzas en la novela, más se acorta la distancia entre lo que es la ley y lo que es justo. En definitiva, una buena novela policiaca donde los monstruos del pasado condicionan toda una trama de corrupción en el presente, nos toca la fibra sensible y nos hace reflexionar sobre la falta de escrúpulos y la impunidad que proporciona el poder.


"Nadie en esta tierra"es la primera obra que leo de Víctor del Árbol, pero no será la última. Una novela negra en la que se dan dos historias paralelas en las que el protagonista se verá involucrado, personal y profesionalmente, en una trama de pornografía infantil y en una red de tráfico de droga en la que un sicario irá dejando cadáveres a su paso de los que será acusado. Abusos sexuales y corrupción son ingredientes principales de esta novela en la que el abuso de poder mueve hilos desde las altas esferas hasta los bajos fondos, donde la ambición vence al honor y la venganza a la justicia, donde el odio nunca cesa y la moral del ser humano siempre queda en entredicho. Feliz lectura!!!


Excelente novela negra que nos transporta a las más profundas cloacas de nuestra sociedad. Una dicotomía entre el bien y el mal, donde la miseria humana no tiene limites , y es movida por los hilos de los que tienen el poder. Quizá me equivoque pero me ha parecido abierta a una segunda parte.


«Nadie en esta tierra» es una novela negra de Víctor del Árbol. Lanzada en 2023, con 360 páginas, la novela se distingue por su exploración de los oscuros recovecos de la psicología humana y su entrelazamiento de personajes enredados en una red mortal. La historia se centra en Julián Leal, un inspector de policía en las calles de Barcelona, cuya vida se ve consumida por el cáncer y el peso de un pasado violento. Inhabilitado y enfrentando un juicio por un acto de brutalidad que dejó a un hombre en coma, Leal se convierte en un enigma en sí mismo. Cuando cuerpos sin vida de individuos relacionados con él empiezan a surgir, la línea entre víctima y sospechoso se difumina ominosamente. Aunque la trama ofrece una intriga cautivante, Del Árbol opta por desviarse de las convenciones típicas de las novelas negras, donde la resolución de la investigación es el epicentro. En cambio, la novela trasciende esta estructura lineal, priorizando la exploración de sus personajes multifacéticos. Estos personajes, numerosos y variados, se convierten en el corazón de la narración. Uno de los aspectos más destacados es la creación de Soria, un individuo cuya profundidad y evolución sorprenden gratamente al lector. Sin embargo, existe una inconsistencia en el tratamiento de algunos personajes, que desaparecen abruptamente de la trama, relegados a unas breves líneas en el epílogo. Esta elección narrativa puede generar una sensación de desconexión en el lector, dejándolo anhelando una mayor resolución. Aunque el hilo conductor de la historia se mantiene hábilmente unido, algunas partes de la trama presentan conexiones algo forzadas que requieren una suspensión de la incredulidad por parte del lector. A pesar de esto, la agilidad de la prosa y la habilidad de Del Árbol para mantener un ritmo envolvente aseguran que la novela conserve su poder adictivo. «Nadie en esta tierra» se erige como una opción atractiva para los aficionados a los thrillers policiales que buscan una perspectiva fresca y no convencional dentro del género negro.


Novela que te atrapa desde la primera página. Víctor del Árbol domina como pocos el tratamiento psicológico de los personajes. Es capaz de manejar con maestría las diferentes lineas temporales de la novela. Presenta su candidatura a ser un autor de referencia en el género si no lo es ya, tanto en el panorama de la narrativa contemporánea nacional como en la internacional. De lo mejor que he leido de narrativa actual. Una delicia de novela negra.


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FRASES DEL LIBRO NADIE EN ESTA TIERRA

Es mejor no escuchar cierta música, mejor no invocar ciertos recuerdos, mejor no escribir ciertas cosas y dejar que sea el silencio el que hable de lo que debe ser callado


Publicado porPedro Manuel

Cuando llueve, como llueve hoy, cuando las tardes ya se alejan hacia el otoño, es mejor no escuchar cierta música, mejor no invocar ciertos recuerdos, mejor no escribir ciertas cosas y dejar que sea el silencio el que hable de lo que debe ser callado.


Publicado pormariabv2012

Las personas viven aturdidas por lo que no entienden, asombradas, incrédulas cuando algo que son incapaces de controlar les estalla en la cara, y entonces buscan desesperadamente un plan, una ruta de huida, algo que los saque del atolladero, que los libre del caos.


Publicado pormariabv2012

Solo un mierda se ceba con quien no puede defenderse.


Publicado porMamencv

La memoria ensancha o acorta a su gusto lo que quiere recordar y lo que prefiere olvidar.


Publicado porLoreLOV☕📖

Nadie en esta tierra era inocente, nadie olvidaba . Nadie perdonaba


Publicado porVanevel