Monólogo agridulce en el que Carrie Fisher nos habla de su infancia, su relación con Debbie Reynolds y Eddie Fisher; su vida en Hollywood, sus amigos, amantes, maridos (entre ellos el cantante Paul Simon),su hija; sus problemas con el alcohol, las drogas y su diagnosticado trastorno bipolar.
Hasta ahora sigo placenteramente sorprendida por Carrie Fisher como escritora, tiene un manejo de las palabras increíble y es divertida, sarcástica y trágica, todo al mismo tiempo. Tuvo una vida surrealista y difícil con su adicción al alcohol, las drogas y su diagnóstico tardío de bipolaridad, y a pesar de ello, este libro demuestra que era brillante, valiente y una sobreviviente. La amo.