MEMORIAS DE ADRIANO

Sin duda es un trabajo de erudicción inmenso, pero como novela o como relato (sea el nombre que se le quiera poner) no creo que sea merecedor de las más altas calificaciones. El inicio y el final son maravillosos y plagados de frases fuertes y profundas, pero el resto de la historia se termina convirtiendo en monótona. Y eso que vengo de los pagos de la historia. No sé si es un libro que recomendaría más allá de su originalidad y el respeto que me merece la autora.

Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar Años atrás me habían recomendado este libro que en ese entonces me apuré en sumar a mi (anti)biblioteca, pero no fue hasta hace algunas semanas que una amiga me recordó que aún lo tenía pendiente. Y ahora sí, me perdí entre sus páginas. La vida de Adriano narrada a través de sus memorias, cuando ya siente próxima la muerte, se divide en siete partes donde cada una hace alusión a un verso del poema que se atribuye a su autoría. En estas partes se van narrando distintas etapas de su vida, con la visión aguda y colmada de nostalgia y criterio de un hombre adulto. Este guerrero convertido en emperador romano tiene una vida interior rica, cultivada, una mente de estratega y calculador, y un corazón atormentado. Hubiera volado a través de sus páginas porque la narración es tan fluida y poética que la lectura se vuelve apasionante. Pero esto mismo me detenía aquí o allá para releer y subrayar una frase o un fragmento. Por supuesto, la autobiografía es ficcional, la autora dedicó años a investigar para lograr esta novela con rigor histórico. En esta edición, la traducción es del gran Julio Cortázar, y además cuenta con una octava parte donde la autora cuenta el proceso de años de escritura y reescritura, de investigación, fascinación y trabajo que por más que abandonaba volvía a atraerla una y otra vez. Afortunadamente para nosotros, sus dichosos lectores. Gracias, @jiselb.visoso por recordarme leer «Memorias de Adriano». «Animula vagula, blandula, Hospes comesque corporis, Quae nunc abibis in loca, Pallidula, rigida, nudula, Nec, ut solis, dabis iocos…» («Pequeña alma, blanda y errante, Huésped y compañera de mi cuerpo, Que partirás para lugares Pálidos, rígidos, desnudos, Y ya no bromearás cómo acostumbrabas…»)

Yourcenar tiene el tacto de una brisa y la dedicación de una madre cuando se trata de revivir en letras a una figura admirada. Sabe abordar los hechos y evitar los vacíos históricos. El libro termina siendo una experiencia preciosa de una vida humana, preciosamente escrito e inundado de detalles históricos. No pienso que otro libro del mismo tipo tenga tanto cuidado y cariño como Memorias de Adriano.

Es un libro apasionante. Yourcenar reconstruye la vida de Adriano, sus pensamientos, sus sentimientos, a partir de cómo pensaban y vivían los hombres de ese siglo. Una de las herramientas que utiliza es la propia biblioteca de Adriano.

Es una novela apasionante, pero que cuentan con puntos muertos y monótonos.... Pero siempre será un buen libro para recomendar

Primer libro que leo de Yourcenar y no va a ser el último. Se nota la erudición de la autora pero a la vez logra desaparecer ella misma del relato para mostrarnos al personaje Adriano.

Posiblemente, la mejor novela histórica que he leído.

Va enriqueciendo la posición desde la que encuentro herramientas para abordar la existencia.