Las enfermedades infecciosas constituyen una causa importante de morbilidad y eventualmente de mortalidad, sobre todo en la población pediátrica. Aunque, afortunadamente, la mayoría de las infecciones son procesos autolimitados, ya que son de etiología viral, uno de los retos más importantes en el área de la infectología lo constituye el adecuado diagnóstico diferencial con infecciones bacterianas y la acertada indicación de antibióticos.