LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS

"Porque estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que solo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían".

Una historia conmovedora narrada con buen estilo. Este libro es uno de esos bichos raros que aparecen de tanto en tanto. Vale la pena gastar un par de horas en el.

La soledad de los números primos es una novela sobre dos soledades que se reconocen pero que no se pueden encontrar. Entre los números primos hay algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues, aunque parecen próximos, entre ellos se interpone siempre un número par. Por ejemplo, el 11 y el 13, el 41 y el 43. Números que están casi juntos, pero entre los cuales existe siempre un número par que les impide tocarse. Tomando como base esta verdad matemática, Paolo Giordano nos narra la historia de Mattia y Alice; dos números primos gemelos en sí mismos, solos, perdidos y juntos, pero no lo bastante para tocarse de verdad. Marcados desde su infancia por eventos traumáticos que no pueden superar, Alice y Mattia, se refugian en sí mismos, excluyéndose del mundo y, así, a pesar de que la soledad les une, es ella también la que los separa. La anterior es la gran analogía de esta novela, la imposibilidad del encuentro en la post modernidad o del amor en los vertiginosos tiempos que corren y la certera condena a subsistir solo en la vida, pese a tener claro junto a quien debieses permanecer. Los números primos, al ser solo divisibles por sí mismos y por la unidad, no tienen relación alguna con el resto de infinitos números e, incluso, jamás pueden aparecer juntos en la serie numérica. Lo más próximo a otro número primo que pueden estar es con un número par de por medio. Así, solo pueden relacionarse con ellos mismos o con la nada. Y es allí, en aquel espacio entre el yo y el vacío, donde se sustenta la soledad; el espacio preciso que ocupan los dos protagonistas de esta novela. No es una historia tradicional de amor con final feliz, sino la de una relación imposible. Es un libro que me mantuvo enganchada; el título es brillante. Respecto a su narrativa, me pareció realista, sin censura, muy cruda. Creo que es un libro ágil, aunque recomiendo leerlo de manera pausada, ya que habla de dolores, sufrimientos y soledades y aquello siempre resuena. El autor tuvo la agudeza de crear esta analogía matemática para describir la vida de aquellos que son distintos, los solitarios, de aquellos que ven el mundo bajo otro prisma. Personajes de alta complejidad, que parecen condenados por el entorno y por nosotros a permanecer solos, y con los que tenemos dos opciones: por su extrañeza, empatizamos con ellos o los detestamos. En ocasiones me angustiaban y me provocaban ganas irremediables de meterme en sus vidas, acomodarlas y sacar del medio ese número imposible de mover. Pero en general, empaticé con ellos, ya que son reales e imperfectos, y luego de cada instante imposible en sus vidas, siguen respirando. Recomiendo leerlo sin juzgarlos.

Durante todo el libro estuve como en carne viva. Personajes tan reales e imperfectos con unas ganas irremediables de meterme en sus vidas a través de las letras y acomodarlas de un plumazo. Sacando ese número del medio imposible de mover. Se me ocurren palabras muy intensas: inocencia, injusticia, incomprensión, imperfección. Historias que conmueven y que te dejan ahí, un poco como ellos, Alice y Mattia, queriendo tocarlos y no pudiendo. Siendo un primo gemelo más…

El libro nos narra dos perspectivas (en ocasiones 4) sobre las vivencias de Alice y Mattia desde que son niños hasta que son adultos. Con la metáfora de los números primos gemelos, que siempre tienen a un par en medio que les impide estar completamente juntos. Así son ellos dos, tan cerca uno del otro, pero a la vez lejos. Mattia tiene una carga pesada sobre los hombros desde que es niño, se sumergió en las matemáticas y acabó convirtiéndose en un genio para los números, pero un inadaptado para lo demás. Alice, debido a su impulsividad de niña se quedó con una cicatriz que le dejó marca hasta su adultez y viene arrastrando un problema grave desde que es adolescente. Siempre su padre queriendo mandar sobre su vida hasta que por cuestiones de una enfermedad de su madre decide que ya mejor no prestar atención, que de por sí esa relación padre-hija se rompió hace mucho tiempo. El libro tiene una narrativa cruda, realista y para nada censurada de las cosas que pasan, del sufrimiento, el dolor y la soledad. Me sorprendió y me dio escalofríos a partes iguales. Los personajes los sentí lejanos, pero a la vez muy cerca y de cierta manera no pude molestarme con ellos por cómo son. Me sorprendía que en cada capítulo ellos encontraban la manera de seguir respirando. Mientras Alice actuaba para aparentar ser normal y estar bien, a Mattia le importaba poco todo lo demás. Estaba encerrado en su mundo y no podía caber nadie más allí ya que él mismo era prisionero de sus propios pensamientos desde hace años. La Soledad de los números primos es un libro que recomiendo leer con la menta abierta, de manera pausada y sin juzgar a los personajes. Hay una realidad que ellos mismos ignoran, pero que todo termina por colapsar en algún momento. No es una historia de romance, es una historia sobre dos personas, dos números primos gemelos que siempre tienen algo en medio que impide que pueda estar cerca uno del otro. El final me dejó un sabor amargo, no sé si estar enojada o de acuerdo.

Una historia de amor preciosa,contada a través de metáforas matemáticas.lo mejor las descripciones de los momentos íntimos y encuentros entre los personajes.gran y lógico final7/10

Mattia se levantaba al fin, retirando en peso la silla para no arrastrarla, y se colocaba detrás de su hermana, que volvía la cabeza a un lado y otro y seguía agitando los brazos, para entonces tan rápido que parecían ir a desprendersele. Le cogía las manos, le plegaba delicadamente los brazos sobre el pecho y le susurraba al oído: -Ea, ya no tienes alas.

He vuelto a leerlo porque sólo recordaba que me había gustado mucho y he disfrutado otra vez de cómo describe el sufrimiento y vacilaciones de los personajes. Una historia compleja con idas y venidas a lo largo del tiempo en la que la soledad siempre tiene una parcela importante.