Segunda parte de la saga #LasPruebasDeApolo. Para castigar a Apolo, el dios del trueno decide mandarlo a la Tierra bajo la apariencia de Lester, un adolescente granujiento y sin poderes, claro. Ahora, el único modo que Apolo tiene de regresar al monte Olimpo es devolviendo la luz a las profecías de los oráculos que se han o curecido. Pero ¿qué podrá hacer un Apolo desprovisto de poderes? Tras superar una serie de pruebas peligrosísimas (y, para qué engañarnos, bastante humillantes) en el Campamento Mestizo, se embarcará en un viaje a través de Estados Unidos para conseguir localizar todos los oráculos. Por suerte, todo lo que ha perdido en poderes lo ha ganado en amistades, así que no va a tener que arreglárselas solo.
No me gustó tanto como el perímetro, lo sentí lento y muy predesibre , y siempre y van de un lugar al otro y siempre volvían
Mucho mejor y más llevadero que el primero aunque no descarto que sea por la presencia de mi bebé hermoso y supremo, Leo Valdez. El hecho de ver a un Apolo/Lester más empático, sintiendo miedo y preocupación por sus compañeros ayuda mucho a identificarte con el personaje y lograr sentir más comodidad al leerlo. Ese humor aniñado tan característico de Riordan siempre vuelve sus obras hilarantes y llevaderas incluso en los momentos de tensión, pero sin sacarte de la escena.