«El mundo de los pintores, de los marchantes, de los coleccionistas y ladrones de cuadros, compone un laberinto fascinante regido por el poder de la belleza que puede salvar o destruir a cualquier amante. Ésta es la historia de una pasión por la estética. Pero el arte también arrastra maleficios, sobre todo cuando obligan a vivir a la altura de su seducción.» Manuel Vicent
LA NOVIA DE MATISSE es la primera obra del español MANUEL VICENT que leí. Relata una historia que sucede en el mundo del coleccionismo de arte. Por suerte Vicent no es un escritor social (todo lo contrario: respeta al lector) y por ello se desentiende de lo que cuenta y lo deja ahí, librado a la interpretación de quien lee. Tampoco tiene una mirada dogmática. Si un autor me bajara línea sobre la especulación económica en el mundo del arte cerraría el libro y a otra cosa. Nada de eso ocurre, además (hay que decirlo) el propio Vicent fue galerista de arte y sabe de qué habla. Vicent trueca la corrección política por escenas de sexo y eso siempre es bueno. Además es un narrador impasible, bastante irónico y de una prosa cuidadísima, como en sus artículos. Aprendí mucho sobre un mundo que desconocía.
La novela narra en toda su crudeza, perversidad, esnobismo, estupidez y depravación el mundo del mercado de las obras de arte y el de sus protagonistas: Los corredores de las obras y los multimillonarios que las coleccionan. Y dentro de esta trama se sitúa una historia de amor entre Julia y Michel Vedrano que parece no tener límites, llena de sensualidad y erotismo. Está descrita una vez más con maestría y la especial sensibilidad de Viçent para ello, transportando al lector a otro mundo. Y si ese mundo trata de sexo, es de lo mejor que puede ocurrir al leer una novela.