LA HIJA DE STALIN

La historia de una princesa contemporánea, La Princesa: Svetlana Allilúieva (hija de Stalin), El Castillo: El Kremlin, El ogro: Stalin, El Dragón (que la raptó): El Régimen Soviético. Historia fascinante, intimista, vista (al principio) por una niña, criada y absorbida en un ambiente oprimente y siniestro, desarrollándose en lo cotidiano, en hechos que vive cualquier niño, pero...con un plus, en el terror. El terror en cosas nimias, cotidianas, perceptible e imperceptible, como forma de vida, entre seres básicos y violentos, con poder, prejuicios, estereotipos, sin afectos ni contactos. Rosemary Sullivan, revive eso, una época, a través de un régimen que ocupo gran parte del siglo XX y un dictador que despertó todos el espectro posible de sentimientos, pero visto desde el día a día, entre casa, donde la verdad no se puede ocultar, ya que los hechos y gestos hablan. Como centro, Svetlana, sensible, amante de las artes y la literatura, nos muestra sus infinitas mutaciones y su fuerza de mujer increíble, que hizo que terminara sus días de muerte natural y no a través del suicidio, que hubiera sido el desenlace obvio. Dos partes de su vida, la primera en la URSS, la segunda en Occidente, ella en el medio, mutando, escapando, como exiliada VIP entre la KGB y la CIA o como indigente VIP en Inglaterra, buscando un principado idealizado y un castillo que la cobijara, que nunca pudo encontrar.