Una interesante refl exión sobre la nueva economía capitalista en los albores del nuevo siglo XXI. Según Rifkin, la aventura capitalista, que comenzó con la mercantilización de bienes y la propiedad privada, llega a su culminación con la mercantilización del tiempo y la experiencia humana. Y de ahí a un sistema sustentado en la venta de la propia experiencia cultural sólo hay un paso. Los viajes y el turismo global, las ciudades, la moda y la cocina, los juegos y los deportes, la música, el cine, la televisión e incluso las causas sociales están convirtiéndose en el centro de una economía cuyo objetivo comercial son los recursos culturales. Por ello Rifkin nos advierte que, cuando la economía absorbe a la cultura, sólo quedan los lazos económicos para mantener unida a la sociedad. La gran pregunta de nuestro tiempo, entonces, es si la civilización podrá sobrevivir cuando el único árbitro de la vida humana se encuentre en el ámbito comercial.