LA CASA DE LAS BELLAS DURMIENTES

Leer al señor Kawabata, es como entrar en un jardín, cerrar los ojos, y dejarse llevar por el olor de cada flor. Es un mundo lleno de sensaciones la pluma de este japonés, una mezcla de sentimientos que se entrelazan en las líneas de este libro. Eguchi, un hombre de más de 60 años, es invitado por un amigo, a visitar una casa de citas donde se puede dormir con mujeres que son “bellas” y “durmientes”. Tal vez esto suene escandaloso, porque puede ser traducido como morbosidad, lujuria, promiscuidad, en fin…, pero eso no lo relataré en esta reseña, lo que pretendo destacar es la capacidad de Kawabata para describir profunda y magistralmente los relatos de Eguchi, sus sentimientos encontrados ante esa vida pasada y esa felicidad esquiva que aun pretende buscar. Los sentidos del ser humano, desde chicos, nos han enseñado que son cinco y este autor SÍ que nos conecta con ellos, como recurso utiliza el olor a leche, ahora suena raro pero en la historia es interesante… (no digo más).🤐🤐 Encantada con este libro que me abre la puerta a otras lecturas japonesas. 👘👘🥋🥋🏯🇯🇵

Febrero 2021 La casa de las bellas durmientes es una original y sorprendente novela que aborda abiertamente, sin remilgos ni pudores, un tema que puede resultar a priori un tanto incómodo, la sexualidad de los ancianos, tratado con una elegancia y sutileza tales que ni los lectores con espíritus más sensibles, se escandalizarán. Eguchi, un anciano de 67 años, visita por recomendación de un amigo, un negocio secreto, que no es más que una suerte de burdel al que van los ancianos que han perdido su vigor aunque no el deseo sexual, a pasar la noche junto a jóvenes virgenes desnudas y narcotizadas. Inmerso en esta extraña y desconcertante experiencia, Eguchi evoca, quizás sintiéndose rejuvenecido, a las mujeres de su vida. Pues bien, sorprendentemente lo que a priori podría resultar un tanto perverso, se convierte en un delicioso relato erótico en el que destaca el empleo de un lenguaje exquisito en contraposición con una temática provocativa que se limita a hacer una mera exposición de hechos, sin entrar en valoraciones morales. Recomiendo enfrentarse a esta lectura dejando a un lado los prejuicios personales, porque de verdad una vez inmerso en ella, el disfrute de esta pequeña joya de la literatura estará asegurado.

Un día le preguntaron a Gabo ¿Sr. Márquez qué libro le gustaría haber escrito? Y respondió... "La casa de las bellas durmientes". Al leer esto ya me animó a cruzar el umbral de dicha casa. Es mi primer libro sobre literatura japonesa y seguro que no será el último ( Ya sé que es un obi y un aoki, algo llevo aprendido para los siguientes 😅) El autor, Yasunari Kawabata con una precisión en los detalles exquisita, no teme a las repeticiones; (Eguchi, Eguchi,vejez, vejez, pezón, pezón... ) sabía muy bien que no importaba, que este libro iba a ser inmortal y controvertido que nos haría pensar y pensar... pero no lo voy a alabar más porque ya lo hicieron entre otros muchos, Mishima, García Márquez, Vargas Llosa... y esto son palabras mayores. Si decidimos empezar a leer este libro hay que cegar bien el pozo de los prejuicios y abrir mucho las alas de nuestra mente porque nada mas comenzar, estamos dentro de una habitación cálida, íntima, con sus cortinas color carmesí y una bella durmiente desnuda. Pero que nadie se espere una orgía a lo Playboy ni tampoco un bacanal romano porque es todo lo contrario. A esta habitación solo entran hombres en su más fea vejez, senil y decrépita; que sólo quieren aferrarse a la piel de un cuerpo de mujer joven, a su calidez, su olor, para sentirse vivos aunque estuvieran sexualmente muertos y así saciar sus anhelos imposibles de alcanzar. Algunos de estos "señores" quizás simplemente iban a buscar sueños felices pero al protagonista "Eguchi" la cercanía de esos cuerpos pulcros, inmóviles y narcotizados hasta el límite le desata la evocación del recuerdo de las mujeres de su pasado. Esos recuerdos son la mayoría sexuales, algunos paternales y otros como hijo. En definitiva, en "La casa de las bellas durmientes" abundan la fealdad, lo bello, la juventud pero más la decadencia,muchas ensoñaciones,demasiada vileza,algo de vida y mucho de olor a muerte pero sobre todo, los estragos del tiempo en el alma de un hombre que se está muriendo por la nostalgia de la juventud perdida. ( Leído y comentado a la par con marenpergamino, decir que fue un placer, como no!!!)

Este relato lo escogí por la buena valoración de Vargas Llosa y GABO. De hecho éste último se inspiró en él al escribir una de sus novelas (Memorias de mis putas grises). El protagonista es un anciano que acude con cierta asiduidad a un burdel muy pintoresco. El establecimiento contempla la posibilidad de pasar la noche con chicas muy jóvenes desnudas pero no siendo posible interaccionar con ellas,de hecho están narcotizadas. Se permite contemplar pero no tocar y nunca se puede repetir de chica.El relato transcurre entre una y otra visita y el recuerdo del anciano de las, mujeres de su vida hasta que se produce un incidente. Siempre suelo leer un relato corto, muchas veces japonés , cuando terminó un libro de alto voltaje porque la estética japonesa tan pausada me resulta un buen contraste después de una buena novela de terror o suspense. En este caso, diré que me ha interesado más la vida del autor que este relato: escritor prolífico y muy popular, con una vida dura desde muy pequeño, solitario, ganador del Nobel en 1968 y fallecido por su propia mano a los 72 años. A ver si leo algo más de este autor antes de descartarlo.

Un librito controvertido y misterioso que me hizo pensar y reflexionar mucho. 🤔 Leer una novela de una lengua y cultura tan diferentes a la nuestra puede resultar sorprendente. 😲 Es una novela breve, bella, escalofriante y profunda. Es en verdad magnífica pero muy perturbadora. Revela la esencia inhumana, pues el erotismo es un juego peligroso y estimulante que puede enriquecer pero también puede destruir. Es una obra que tiene palabras dulcificadas para topar un tema repugnante. Un tipo de prostitución que no conocía. Vamos de la mano de Eguchi y viejo de 67 años que bien, no es aún decrépito y senil, nos muestra su visión sobre la muerte, el amor, la sexualidad, el deseo y su ideal de belleza. Muestra la necesidad de consuelo y compañía en jóvenes que colmen el vacío emocional que existe en el interior de la vejez. La chicas son oscuros objetos de deseo, representa la última aventura de los ancianos antes de la llegada del sueño eterno. Son jóvenes vírgenes narcotizadas y su labor es calentar el lecho, proporcionar hermosos sueños e inspirar agradables fantasías y también deseos perversos. "Como siempre las mujeres somos utilizadas y mancilladas para complacer los caprichos del hombre"🤮 ¡Que no hará el hombre por dinero y para complacer sus instintos bajos! ¿Será que comtemplar un cuerpo desnudo, en su mejor virtud de belleza, hace recordar a un hombre anciano episodios de su vida que dejó enterrados en el pasado? Pues, Eguchi, acostado junto a una joven dormida por drogas, rememora su potencia perdida, el fuego vital que un día estaba en su máximo esplendor que antes encendió noches con mujeres como aquella que ahora se muestra insensible, y que hoy todo eso es ceniza. Un viaje lingüístico exquisito que hace una reflexión sobre los estragos del tiempo en el alma de los hombres. Un relato feamente hermoso!!! 🤔😉🤗

El viejo Eguchi visita por recomendación de un amigo un club secreto, en el cual hombres mayores pasan la noche con mujeres vírgenes, desnudas y “dormidas”(drogadas para que no se despierten hagas lo que hagas). Se describe la experiencia de éste cada una de las noches que pasa en la casa, las reflexiones a las que llega, los recuerdos y experiencias vividas que vienen a su mente, sus pesadillas, tormentos y su lado más oscuro. Me ha costado bastante pillarle el rollo a este libro, más que nada porque no podía parar de pensar en las pobres muchachas, que están a merced completamente de un desconocido, el cual no se puede saber cómo va a reaccionar en esta situación y que además al despertarse no recordarían nada, no sabrían lo que ha pasado en esa noche que han dormido con un desconocido. Tratando de esta manera a las jóvenes como un objetos sin vida y sin decisión que solo sirven para satisfacer las necesidades de viejos frustrados que no asumen su vejez. Supongo que este es el objetivo del libro, criticar algunos de los deseos más oscuros de la vejez masculina, en contraposición a la juventud idílica, también una reflexión del poder de controlar a otro totalmente… Lo que sí es verdad que es un libro que no te va a dejar indiferente…

Una historía original, unica, de contenido erotico, sin rayar para nada en lo vulgar. Es una vivienda, una casa secreta , una sofisticada posada, donde duermen a las jovenes virgenes y desnudas para que no se despierten. El Viejo Eguchi es incitado a visitarla por recomendación de un amigo qué le asegura que se sentirá profundamente vivo. Hay una regla que no se puede romper: esta prohibido culminar el acto sexual, solo puede verlas, dormir con ellas, quizas tocarlas. Las jovenes estan narcortizadas por lo que nunca se despiertan. La experiencia le permite entregarse a un ultimo y hedonista placer, que le provoca a Eguchi un despertar emotivo a su pasado, a sus relaciones con todas las mujeres de su vida, especialmente a las que amó y que solo viven en sus recuerdos. La novela es una espléndida visión de la muerte inminente, el amor, la sensualidad, el deseo y el ideal de belleza en los ojos de un hombre disminuido. 5 Estrellas

La fealdad de la vejez se cierne sobre Eguchi y también sobre mí. Un día dejaré de buscar la belleza, porque ésta habitará en mí, en mis recuerdos. Y allí me quedaré a terminar de vivir, rememorando la virginidad de las emociones primigenias. Querer repetir las vivencias que las provocaron es como zarandear, para que despierten, a la jóvenes narcotizadas del singular prostíbulo: inútil, pero tan necesario... aún es pronto para querer tomar el somnífero, aún soy un cliente de no fiar. Kawabata consigue con esta novela lo que sólo hacen los grandes artistas: que su obra termine mucho después de la última página. Creando una atmósfera irreal, en la que predomina la estética tradicional japonesa, acaba uno perturbado, con los cinco sentidos sobreestimulados por una sensualidad desbordante. Senos con fragancia a lactancia, sangre, sadismo, hermosura, el sexo como salto reiterado al más atractivo de los vacíos...la vida y la muerte mismas. Hay multitud de recursos literarios que, por desgracia, muchos ojos inquisidores no los ven como tales. Dejad que las jóvenes vírgenes, indefensas, sigan durmiendo.