LA BELLA SALVAJE

Hace muchos años Philip Pullman me fascinó con su trilogía “la materia oscura”. Fueron libros en donde disfrute de su mundo fantástico rico en personajes y sobre todo a su protagonista, Lyra Belacqua y los daimonion (para los que no saben, la gente en este mundo tiene un “daimonion” que es parte del alma de cada uno, tiene forma animal y te acompaña toda la vida dando consejos y ayudas) Con esos vivos y agradables recuerdos, leer “La bella salvaje” fue sencillamente un reencuentro. Volví a recorrer sus paisajes y ciudades que me eran familiares, pero esta vez acompañando a Malcom y su daimonion Asta. Junto a ellos nos embarcamos, en forma accidental, en una aventura llena de secretos y conspiraciones que nos llevará a enfrentarnos a la autoridad religiosa del lugar, El magisterio. A su corta edad (11 años) Malcom deberá enfrentar responsabilidades y tomar decisiones para las que no está preparado. Pero tiene que hacerlo ya que hay vidas en peligro partiendo por la suya. De esta forma se desarrollará la historia que al inicio puede parecer un poco lenta y sin una línea definida, pero llegado a un momento se encausará aportando el entretenimiento y la fantasía que buscas en un libro de Pullman. Reconozco que me emocionó encontrarme con personajes icónicos de la trilogía inicial y ver como los libros antiguos se complementan y ensamblan con esta entrega ¡fue maravilloso! (“La bella salvaje” se ubica 10 años antes a los acontecimientos de “Luces del norte”, primer libro de “la materia oscura”). Considerando esto último y algo para tener en cuenta, puede ocurrir que si no has leído la trilogía inicial no reconozcas esos hilos en donde las tramas se unen. De igual forma este libro se puede leer y disfrutar en forma independiente. “La Bella salvaje”, publicado en 2017, forma parte de la trilogía de “El libro de la oscuridad”, un nuevo camino por este mundo similar al nuestro, pero con la magia especial que lo hace distinto. OCTUBRE/2021

Ya conocía a Lyra y lo especial que era. También conocía la narrativa de Pullman, vibrante, ràpida, rica en lenguaje (esto es también mérito de la traducción de Dolors Gallart), que nos hace acompañar en el viaje iniciático de Malcom y Alice para poner a salvo un bebé llamado Lyra, al menos ese es su objetivo. Seguro que muchos considerareis que es una literatura juvenil, pero tiene todos los elementos de los buenos libros de aventuras y a quien no le gusta la literatura de aventuras. A pesar del número de páginas se os hará corto

Lo dejaré claro: adoro a Philip Pullman. El universo de la materia oscura es único, es una compleja telaraña de creatividad y narrativa donde la mano de un escritor se convierte en la de un ingeniero metódico y al mismo tiempo artístico. No busco hacer aquí un resumen del libro, mi intención con los comentarios es más bien subrayar la riqueza de estos nuevos héroes, los que permitieron que nuestra querida Lyra tuviera la posibilidad de ser una salvadora de mundos, regalándonos su dramática aventura de la materia oscura. Dejo un GRACIAS escrito con mayúsculas, más que nada porque la complejidad de la entrega y los valores que llenan cada línea, emocionan desde la inocencia y la complejidad del alma.

En esta nueva obra, nos encontramos una historia más adulta, con unos conflictos más complejos que los de las primeras entregas. A las influencias de la religión se suma la inestabilidad política y su juego de tronos. La bella salvaje también pone el foco sobre los fanatismos: en el transcurso de la historia presenciamos cómo el autoritarismo religioso se instala en la ciudad, también dentro de las aulas, y aquellos profesores que osan cuestionarlo son expulsados u obligados a rectificar. Pullman se toma su tiempo para dejarte conocer a sus personajes, para hacer que te encariñes de ellos, y para ir creando un clima que tarde o temprano explotará. En esta nueva entrega sigue presente la guerra entre la ciencia y la religión, presentándonos esta última como la opresora del mundo para la que el fin justifica, sin dudarlo, los medios. Sin embargo, Pullman añade a La bella salvaje un toque de magia, de lo que no es posible o solo podemos ver en nuestros sueños del que carece La Materia Oscura. En resumen, me ha encantado volver a sumergirme en el mundo de Lyra y volver a sentir esa expectación, ese nerviosismo por saber cómo continuará el libro o cómo saldrán sus personajes de la situación en la que se encuentran metidos.