A la vista de lo que está por venir , presiento que Cataluña lleva camino de convertirse en un nuevo problema. Durante los primeros años de la transición a la democracia, las ciudades catalanas fueron testigo de manifestaciones gigantescas en reivindicación de lbertad, amnistía y Estatuto de autonomía. El restablecimiento de la Generalidad en la figura de Josep Tarradellas provocó el delirio de la población catalana. En esta ocasión, las masas no se han lanzado a la calle ni para defender el soberanismo de Convergencia ni el federalismo asimétrico de Maragall.