ITACA, EL PELOPONESO, TROYA

ÍTACA, EL PELOPONESO, TROYA de Henrich Schliemann es el relato fascinante de como un semi analfabeto devenido comerciante llegó a dominar 14 lenguas distintas y habiendo acumulado una buena fortuna y enamorado de las historias sobre la guerra de Troya decidió usar toda la fortuna que había hecho para buscar una ciudad perdida y que en ese momento (pleno siglo XIX) se creía mitológica. . Schliemann conmueve en un diario separado por jornadas que nos llevan desde el primer desembarco en Corfú (la isla de los Feacios en La Odisea) pasando por la búsqueda del palacio del rey Ulises en Ítaca hasta llegar a la grecia continental y arribar a Micenas (la foto que ilustra la portada es justamente la famosa Puerta de los Leones de Micenas). . Pero quizás lo más asombroso de todo es que Schliemann busca Troya tomando la Ilíada al pie de la letra. Es decir lee las referencias geográficas de Homero como si no tuviesen error alguno o tuviesen un margen de error muy chico y comparándolas con fuentes un poco más modernas descubre no solo que todas las suposiciones de donde estaría Troya eran erradas sino que remontando el viejo lecho del río Escamandro y explorando de manera poco ortodoxa (y con métodos bastante amateurs, no era arqueólogo) termina ENCONTRANDO TROYA y no solo eso sino un tesoro que el supone el tesoro del rey Priamo (y se lo pone a su esposa y le toma fotos con las joyas, un loquillo) y que luego se confirmó que no era. Pero la Troya que encontro resultó realmente ser la ciudad de Homero...y el relato es fascinante, casi que te dan ganas de estudiar griego antiguo (!)