Fernando Aramburu recomienda: Basta abrir el libro al azar y leer lo que pille el ojo para darse cuenta de que la novela de Carrasco logra la excelencia.
'Intemperie' de Jesús Carrasco. Es un libro que narra una historia dura en un paisaje atroz. Un libro que a pesar de su relato no deja de tener un alto y un bello contenido poético. A mí me ha recordado a la prosa poética de Luis Cernuda y al desgarrador paisaje mesetario de Miguel Delibes.
Lo leo en dos días, una lectura muy ágil. Es una novela que ha sido considerada como el mejor libro del año por el País, ganadora del premio Libro del año de 2013 y del premio de Cultura, Arte y Literatura de la Fundación de Estudios Rurales. Ha tenido una excelente acogida. Es un relato muy duro que narra la huida de un niño, debido a la crudeza humana, a través de unos parajes desoladores, áridos y secos, donde no hay ni nombres ni fechas. Una noche, se cruza con un Cabrero y los dos inician un periplo en un escenario lleno de desolación y violencia, la falta de humanidad y la crudeza de la naturaleza humana. Solo el Niño, el cabrero, el alguacil, las cabras, el burro y el perro, que consiguen sobrevivir en unas condiciones cada vez más difíciles, en un mundo cerrado que podríamos asociar con la España profunda de la que tanto se ha escrito, con una naturaleza inclemente que se confunde con la historia. Falta de agua, una sequía terrible, que ha dejado la tierra en una situación de abandono absoluto. La esencialidad y lirismo de su prosa, a pesar de algunas momentos en que las comparaciones parecen forzadas, la sobriedad de la narración y sutileza del tratamiento de la brutalidad y violencia, a la vez que la riqueza de un vocabulario con términos en desuso o rurales, que acompañan a la dureza del paisaje. y unos protagonistas arquetípicos dan una poderosa fuerza a la novela, llegando a conmover. Una obra de un autor novel, bien hecha y muy cinematográfica, reconozco la excepcionalidad de la misma que me ha recordado a Delibes o al primer Cela. Por supuesto me ha gustado leerla y conocerla. Se debe comentar la sensación que produce ir sintiendo en nuestra piel lo que le va ocurriendo a los protagonistas. Muy dura aunque yo la leo con cierto distanciamiento. Posteriormente se hizo la película, que se estrenó en el año 2019, dirigida por Benito Zambrano, protagonizada por Luis Tosar como el cabrero. Yo, ya había leído el libro y fui al estreno de la película. Me gustó mucho.
Una maravilla. Dura. Corta, para mí, un valor en alza. Te mete en la acción. Disfrutas con la prosa.
Se trata de una novela dura. Un viaje iniciático a un mundo de dolor y aspereza sin paliativos. Mucho se ha hablado del estilo del autor; ¿hiper-realista?, sin duda. ¿Sobreescrita?, de ningún modo. Es LITERATURA, con un vocabulario perfecto para la trama que desvela (no se si funcionaría igual de bien en otro tipo de relato). Me ha recordado términos que hacía años que no escuchaba y me ha descubierto muchos otros. Tal vez, a partir de cierto punto me resultó algo predecible, pero discurrió tal y como deseaba que lo hiciese y por eso le mantengo mis 5 estrellas. 200 páginas de calor, dolor, sed y miseria humana.
Un relato duro cargado de sentimientos y emociones. Una historia sin nombres ni fechas, donde un niño se ve atrapado en un mundo cruel.
100% RECOMENDABLE. Desgarrador relato de frontera que se lee de un tirón. Sed, sudor, sangre, miseria, polvo y por desgracia extremadamente realista. Después de leer el libro he visto la película de Benito Zambrano, protagonizada por Luis Tosar, aunque difiere en mucho del libro la esencia es la misma. La tenéis disponible en Filmin.
La intemperie le había empujado mucho más allá de lo que sabía y de lo que no sabía acerca de la vida. Le había llevado hasta el mismo borde de la muerte y allí, en medio de un campo de terror, él había levantado la espada en lugar de poner el cuello.
Luego volvió a la puerta y allí permaneció mientras duró la lluvia, mirando cómo Dios aflojaba por un rato las tuercas de su tormento.
La intemperie le había empujado mucho más allá de lo que sabía y de lo que no sabía acerca de la vida. Le había llevado hasta el mismo borde de la muerte y allí, en medio de un campo de terror, él había levantado la espada en lugar de poner el cuello