Fernando Aramburu recomienda: Basta abrir el libro al azar y leer lo que pille el ojo para darse cuenta de que la novela de Carrasco logra la excelencia.
Un libro que ha superado todas mis expectativas. Escrito de forma magistral. La historia es dura y se lee con el corazón encogido. Después de haberlo terminado los personajes y la historia no salen de mi cabeza.
Me ha atrapado desde el principio. Me ha gustado la narración y el vocabulario empleado, muy acorde con la historia y con la época en la que transcurre, aunque reconozco que he tenido que tirar del diccionario en bastantes ocasiones. Si no le doy la puntuación máxima quizá es porque se me han quedado detalles que no he llegado a entender. Señalar también que he simpatizado bastante con el pastor. La historia en general tiene pasajes y momentos bastante duros y muy bien descritos. Comentar que hay una película basada en la novela, y que recibió un Goya al mejor guión adaptado.
Una novela corta, dura y bien cerrada. Un western mesetario. Una atmósfera árida que genera agilidad en la lectura e incluso sed. Un noir con los personajes exactos para crear una trama potente. Un niño huye de su hogar por el maltrato infantil de un alguacil muy poderoso y encontrará su lugar junto a un viejo cabrero, que le enseñará mucho en muy poco tiempo. Desde luego existe el guiño a Don Segundo Sombra, pilar de la literatura gauchesca, con permiso de Martín Fierro. Pero el bautismo al que se enfrenta el niño a lo largo de la historieta, no se percibe como algo de corte costumbrista, sino más bien como un aprendizaje a marchas forzadas que forjará al niño hacia la senda correcta alejándolo del mundo violento que le ha tocado vivir. Evidentemente ésta historia terriblemente feroz es el peaje que el niño debe experimentar para reiniciar su andadura.
De lo mejor que he leído últimamente. Una novela rural en donde el autor nos despoja de todo dato que nos pueda hacer perder la intención de la obra. No sabemos ni lugar,ni nombres de personajes, ni época ;así nos centramos en lo que nos cuenta,sin florituras. Es una novela muy dura que a pesar de desarrollarse en la Intemperie, te da continuamente la sensación de claustrofobia y ahogo. Recuerda a "la carretera" de McCarthy pero también a Delibes. El paisaje juega también un papel importantísimo, es un personaje más. Es una novela que te sobrecoge. Muy recomendable.
La intemperie le había empujado mucho más allá de lo que sabía y de lo que no sabía acerca de la vida. Le había llevado hasta el mismo borde de la muerte y allí, en medio de un campo de terror, él había levantado la espada en lugar de poner el cuello.
Luego volvió a la puerta y allí permaneció mientras duró la lluvia, mirando cómo Dios aflojaba por un rato las tuercas de su tormento.
La intemperie le había empujado mucho más allá de lo que sabía y de lo que no sabía acerca de la vida. Le había llevado hasta el mismo borde de la muerte y allí, en medio de un campo de terror, él había levantado la espada en lugar de poner el cuello