Muy pocos saben qué Ignacio Ramírez, El Nigromante, dejó a sus descendientes una versión oral de su propia vida, y con ella, de nuestro convulso siglo XIX. Desde 1879 esos relatos han guardado un enigmático silencio. Ahora, tras cimco años de trabajo, Emilio Arellano los expone a la luz pública, no sin antes ordenarlos y dotarlos de perspectiva histórica.