Este libro es un testimonio del amor, la gratitud y el asombro de estar vivo. Da cuenta de la transformación física y emocional que tuvo Alejandro Gavitia tras enfrentar un cáncer feroz que le diagnosticaron en junio de 2017, en pleno ejercicio de su labor como ministro de Salud y Protección Social. En ocho capítulos relata la odisea de su tratamiento y recuperación; reflexiona sobre lo que vivió y cómo lo afiamzó aún más en su escepticismo religioso, descubre vasos comunicantes entre su enfermedad y algunos de los temas más complejos que han pasado por su despacho, y comparte una antología personal de lecturas, libros y poemas, que fueron verdaderas medicinas para lidiar con el dolor y el miedo durante los momentos de crisis.
Una obra perfecta que describe el valor y la importancia de estar vivos. Siempre he admirado a este escritor, docente y político colombiano, cargado de coraje y valentía, es la narración de cómo Alejandro Gaviria enfrenta un cáncer linfático en junio de 2017 mientras fungía como Ministro de Salud en la administración de Juan Manuel Santos. Alejandro relata su experiencia y como enfrentó sus miedos, temores y sueños de forma perpleja, fue víctima de ataques de sus opositores y también fue un sobreviviente de una de las enfermedades más complejas y fatales del mundo. Presenta una visión menos dramática y más crítica de la salud en el país y de los avances que el logró como ministro, a través de cifras, indicadores y resultados contundentes para proteger a la población colombiana. Es evidentemente un testimonio del amor, la gratitud y el verdadero sentido de estar vivos. “Sin amor, sin amar y sin ser amado, tal vez no vale la pena nuestro tránsito efímero por este planetica”
La vida es sobre todo una sucesión de coincidencias. Con el tiempo, dije entonces, los éxitos y los fracasos se relativizan.🤓📖👌🏻
" a la salida del examen, el asistente de radiología, me dijo algo que no olvidaré: hoy me toca darle las malas noticias pero también me tocará darle las buenas noticias más adelante"
El amor es una quimera de un solo sentido como una flecha, que sólo tiene una punta, no dos. ¿Cuándo ha visto usted una flecha que vaya y venga? El amor es para darlo, no para pedirlo. No pida amor. Delo, si tiene. Y si no, pues no.🤓📖