Vieja ciudad alumbrada por los faroles; invadida por fantasmas que acechan y empedrados muchas veces ensangrentados. Esa es nuestra desconocida ciudad, por cuyas antiguas calles el gran cronista nos hace caminar y descubrirla una y cien veces, siempre nueva y sorprendente. El tiempo borró el empedrado y los faroleros ya no anuncian la madrugada, pero las leyendas que don Artemio nos trae desafían los cambios, el tiempo y nuestra mentalidad racional para precipitarnos en la magia, en la superstición y quién sabe si no en una realidad paralela. Relatos apasionantes, escritos magistralmente por un gran escritor que siempre será leído, mientras existen hombres y ciudades que ansían conocer su pasado.