HISTORIA DE UN PERRO LLAMADO LEAL

Esta preciosa historia está contada en primera persona. Y la persona en este caso es un perro. Nos dice como presentación que “Quisieron darme nombres extraños como Capitán o Boby, mas jamás obedecí a tales nombres y empezaron a llamarme «perro». Mi único nombre es Afmau, porque así me llamó la Gente de la Tierra” Siendo cachorro se perdió, pero es salvado por un jaguar, quién lo llevó hacia quienes lo podían cuidar. Ellos eran los mapuche. Allí creció junto a un niño que era un verdadero hermano para él, correteando por los bosques y viviendo en armonía con la madre naturaleza. Pero llegan los blancos, los “huincas” y todo cambia. La odisea comienza y las páginas que la cuentan se van volando. Siento aquí un homenaje especial y conmovedor a nuestros compañeros peludos. Yo tengo dos en la casa. El día de Año Nuevo, luego de mucho perseverar cavando y empujando, rompieron el portón de su patio, para acceder al antejardín que conecta a la calle, lugar donde la señora Huelmina tiene hermosas plantitas que cuida como hueso de santo. Errar es humano, perdonar es divino, parece que me dijeron con sendos movimientos de cola y bueno…seguimos tan unidos como antes. Total, son propietarios de una parte de mi corazón. Y sé que puedo contar con ellos. Siempre... ¿Alguien sabe quién puede arreglar un portón? Y volviendo a esta corta obra, tiene un valor agregado: un glosario de palabras en mapudungun, el lenguaje mapuche y huilliche, traducido a su equivalente español. Luis Sepúlveda escribió esta historia en Gijón, en el 2015. Lugar de donde emprendió el gran viaje cinco años después, seguramente acompañado de un perro leal, para llegar a otro mundo lleno de tierra, gaviotas y gatos que enseñan a volar, de bosques como los del sur del mundo y donde dicen que hay mucho viejos que leen novelas de amor.

Una preciosa fábula donde los protagonistas son el pueblo mapuche,cuyo significado es gente de la tierra,y un cachorro de pastor alemán llamado Leal. Es una historia donde prima el amor por la madre tierra y la lealtad No deja de ser una narración para niño y adultos en la que prevalecen los valores por encima de la maldad. Totalmente recomendable para todos,pero en especial a todos aquellos que como yo hayan sentido el amor incondicional de un perro.Que sirva de homenaje a todos esos compañeros que han compartido su vida conmigo a lo largo de muchos años.

Mi cuarto fue un mar de lágrimas..soy muy sensible respecto a los animales.. me quieres ver llorar?ponme una película triste que tenga un animalito 😔

Maravillosa historia