FRONTERAS DEL MIEDO

Francisco Hermógenes Ramos Mejía hizo algo inaudito. Le compró en 1811 las tierras de su futura estancia Miraflores ( al sur del Río Salado) a los INDIOS en dinero acuñado en Potosí y les permitió a su vez quedarse con sus tolderías en sus tierras aprendiendo agricultura y ganadería ( él mismo vivía allí con su esposa e hijos). Un escándalo mayúsculo para la elite porteña de entonces que molestó a los dueños de los saladeros y a los grandes terratenientes. Deliberadamente la historiografía oficial lo ocultó, pues su trato con el indio fue visto como una traición. De esto trata este cortito libro de 130 págs. Don Pancho ( como se lo conocía) había nacido en Buenos Aires en 1773 y estudiado en el Colegio de San Carlos. Estudió luego en Chuquisaca y en esa geografía pudo ver el esclavizador y explotador trato infligido a los originarios. En 1808 compra la estancia Los Tapiales en la zona de La Matanza. Ideológicamente en la línea de Moreno, Castelli, Belgrano, Monteagudo fue unos de los pocos hacendados que financiaron las expediciones libertadoras, a diferencia de los Anchorena, Terrero, Osornio, Rosas, etc. Su afinidad con las ideas heterodoxas del sacerdote jesuita chileno Lacunza hizo además que se lo tomara como hereje. Rosas y Rivadavia lo tuvieron entre cejas. En agosto de 1814 presentó al Director Supremo Gervasio A. de Posadas, un plan para poblar pacíficamente la pampa llevando adelante una acción civilizadora y por completo prescindente del empleo de la fuerza militar. El proyecto conserva la firma de Gervasio Posadas con un “ARCHíVESE”. En su estancia Miraflores – en las cercanías de la laguna Kakel Huincul en el partido de Maipú - se firmó el Pacto de Miraflores en 1820: un pacto de paz entre 16 jefes indígenas pampas representados por Don Pancho y el gobierno de Buenos Aires. Don Pancho fue encarcelado desde 1821 en sus campos de Los Tapiales por largos años luego de ver destruida su estancia Miraflores y degollados allí a sus hermanos aborígenes. Así que, quien viaje por la Autopista Ruta 2 y vea el cartel de Laguna Kakel Huincul, sepa que allí cerca tomó forma un proyecto de integración pacífica inspirado también en la Declaración de la Independencia de 1816 ( declaración que fue traducida además en ese entonces al quechua y al aimara). Y, quien pase frente al Mercado Central en La Matanza, sepa que allí murió en 1828 a los 54 años - en su estancia - este preclaro hombre de donde un grupo de indios se llevó al morir su cuerpo ( ante la tardanza del permiso de entierro). Descansa en algún lugar de la pampa, sin tumba pero con un legado inclusivo más que inspirador.