Ramachandran discute su trabajo con pacientes que presentan miembros fantasmas, el síndrome de Capgras, la incontinencia afectiva y la negligencia espacial unilateral después de un derrame cerebral, y experiencias religiosas asociadas con convulsiones epilépticas, entre otros trastornos. Ramachandran utiliza estos casos para ilustrar la construcción de la imagen corporal y el funcionamiento del estado de ánimo, la toma de decisiones, el autoengaño y la habilidad artística. En el capítulo final del libro, Ramachandran aborda el llamado problema difícil de la consciencia, discutiendo qualia y varias facetas del yo.