Un libro muy interesante de un primatólogo que sabe muchísimo sobre su tema. Tiene datos y observaciones que deberían ser tomadas muy en serio. Está escrito en lenguaje divulgativo, pero soy de los que piensan que no es un defecto. Creo que lo que dice es compatible con el pensamiento moral, pero usa términos muy burdos y no utiliza bien los conceptos morales, un alumno de primero de filosofía podría verlo. Aún así le he quitado solo una estrella porque, a pesar de que no destaca por su precisión conceptual, tiene buenas intuiciones.