En El juicio del siglo, Joaquín V. González presenta un panorama de lo que, a su juicio, fueron esos primeros cien años de la Argentina, durante los cuales, con sus errores y aciertos, se había construido una Nación que se encontraba entre las más admiradas del mundo, con una economía en franco crecimiento y con una inserción internacional que sólo Estados Unidos compartía entre las naciones americanas.Por lo demás, la Argentina era el destino de cientos de miles de inmigrantes que venían a un país que, casi como ningún otro, desde las páginas inspiradas de su Constitución les aseguraba la igualdad plena con los nacionales, la libertad de practicar su religión, una educación laica e igualitaria para todos, y el derecho a construir su economía individual en un marco general de prosperidad.Los trabajos de los profesores Dalla Vía y Vanossi, ambos de reconocido prestigio como profesores de Derecho Constitucional, juez uno y legislador el otro por largos períodos de tiempo, ponen el marco adecuado a esta obra de Joaquín V. González, un representante digno de la intelectualidad de su época que supo mostrar lo bueno y lo malo de un siglo de vida argentina con un cierto optimismo al que las generaciones que lo siguieron no supieron honrar.
Una gran pieza para entender la historia argentina. Escrita por el destacado político, jurista y periodista argentino para conmemorar el centenario de la Revolución de Mayo, hace un balance de los progresos y cuestiones pendientes de resolver en el país. Lo interesante es que, justo en el momento que muchos consideran el pico de máximo desarrollo argentino -el año 1910-, González ve una cantidad de problemas y anomalías en el desarrollo del país. Esto puede mostrar que los argentinos tenemos una capacidad importante para no ver nuestro éxito o , tal vez, que el tan mentado éxito no fue tan espectacular como nuestra nostalgia lo indica.