EL CAPITAL

INFUMABLE En primer lugar, pedir disculpas si alguien se siente ofendido, no es mi intención, simplemente reseñar y resaltar los sentimientos que me ha hecho sentir este libro, el cual tiene muchos fanáticos y adeptos, aunque sigo sin entender por qué, siento mi nota, pero es lo que opino. No contestaré opiniones políticas, pero os invito a que, si no estáis de acuerdo con mi opinión, reseñéis el libro como creáis conveniente. Resaltar, que mi crítica va dirigida al libro de Ediciones Plutón, igual el contenido de otras editoriales es diferente, pero dudo que cambie tanto. Dicho esto, pasamos a la reseña: creo que no hay libro, por malo que sea, que no recomiende o que piense en abandonar, por mucho que me pueda costar, no dudo en terminarlo. Con este libro me pasó todo lo contrario, quería abandonarlo cada momento me ponía a leerlo y no lo recomendaría a nadie, ni aún siendo una “obra histórica” porque de obra tiene poca y de histórica el hecho de que fuera el autor “El Gran Karl Marx”, sinos posiblemente hubiera sido un libro totalmente irrelevante. Te resumo el libro en una frase: “El empresario capitalista es malo” y poco más que añadir, bueno sí: “El capital también es malo”. Libro sin fundamento económico ninguno, parece un panfleto político parecido al berrinche de un “resentido de la vida” en una borrachera de sábado noche después de llegar de fiesta. Me parece gracioso que se le considere economista a Marx por simplemente escribir tales sandeces, es como si yo dijera que soy astronauta porque me sé los planetas, o no, quien sabe. Critica al “Capitalismo”, aunque desde una visión un tanto sesgada. Obviamente, la situación en aquellos momentos laboralmente no era la misma que ahora, siempre intento situarme en el momento histórico en el que se desarrolla la obra. Considera a los “camaradas trabajadores” peor que esclavos de los empleadores burgueses capitalistas y explotadores, que no entienden que dichos trabajadores son personas, solo son el medio para un fin, el dinero. No olvidemos que todo empresario, grande o pequeño, arriesga su propio capital para mantener la estructura productiva y la empresa con una buena salud económica, con la correspondiente creación de empleo y generación de riqueza para la sociedad. Sí, en aquella época había muchos burgueses que lo tenían todo ganado y el capitalismo industrial había llegado a un punto insostenibe para la población más desfavorecida, pero tampoco olvidemos que quien escribe este libro también era de familia adinerada, de la cual vivió casi toda su vida gracias a su herencia (herencias, algo que también criticaba Marx) y se casó, vaya que sorpresa, con una aristócrata prusiana llamada Jenny von Westphalen. A pesar de que el autor no trabajó en su vida ni sufrió los “latigazos” de estos “burgueses endiablados”, sabe muy bien la situación por la que pasaban los mismos, incitando al asesinato de estos “esclavistas”, ya que, para él, hay que aniquilar el conjunto de ideas contrarias y también a los otros grupos sociales, suplantando a los poderes burgueses. Un hombre muy pacífico este señor. Lo que me da miedo es que hay pensamientos hoy en día que recogen estas ideas, cuando hay muchas otras ideas de Marx que realmente son maravillosas. No pongo en duda la labor que tuvo Marx para conseguir muchos de los derechos laborales que existen hoy en día, pero este libro me parece un auténtico despropósito. A pesar de que “El Capital” es la “Obra Magna” de Marx, me parece bastante más importante y útil “El manifiesto Comunista” que este planfleto. Con razón le costó tantos años escribirla, ya que como he dicho al principio, es INFUMABLE. Reitero, siento si he podido ofender a alguien, no es mi intención.

UN APORTE FUNDAMENTAL PARA EL PENSAMIENTO SOCIAL DE LA HUMANIDAD. A veces, las convicciones políticas, filosóficas, religiosas, en definitiva, las convicciones ideológicas que cada cual profesa, te hacen mutilar obras que han aportado mucho a la sociedad. Y esta es uno de los muchos casos que se han presentado en nuestra historia. También Darwin, tuvo y tiene infinidad de detractores, pero nadie le puede negar su aportación a la ciencia natural, a las teorías que nos sacaron de unas teorías enquistadas en un creacionismo indemostrable. "El capital" nos trae el descubrimiento de donde emana esa magia que un capital reporta un beneficio solo porque un señor, llamado capitalista, se levanta por la mañana y dice que va a arriesgar su capital para crear riqueza y bienestar social a los demás. Un pensamiento ingenuo nos llevaría a pensar que en efecto esto es así. La humanidad está llena de altruistas que quieren hacer el bien común sin tener en cuenta su propio bien, Esta obra nos viene a explicar de donde emana ese falso altruismo, como se produce esa plusvalía para generar esos beneficios, se puede estar de acuerdo o no con ello, pero este libro lo plantea de un modo que estimula el pensamiento y desvanece esa falsa idea de que las cosas son casuales no causales. Nada se produce sin un porqué, y esa es la filosofía que late en cada una de las arterias de esta obra. No es una obra exclusivamente economicista, sino que está impregnada de una enorme filosofía, con la cual, repito, se puede estar o no de acuerdo, pero está ahí. Las relaciones de trabaja entre un capitalista que pone su capital y con él compra la mano de obra, la sangre de unos hombres y mujeres que han de padecer las consecuencias inenarrables de ese "altruismo ingenuo". Este libro, entre otros, puso, los cimientos para que la humanidad al completo entendiese cuales son los mecanismos que conlleva ese contrasentido que unos enmascaran en gesto filantrópico y otros llaman (llamamos) explotación. Yo con mi dinero compro tu trabajo para generar un mayor beneficio para mi, sean cuales sean esas condiciones. P.D. Este libro no se publicó y justificó porque su autor fuese famoso. El autor se hizo famoso entre otras cosas por haber creado esta obra.

No soy marxista, pero este es un libro fundamental para entender nuestra historia y muchísimas corrientes de pensamiento actuales. Hay una comprensión muy buena de su tiempo, aunque comparto muchas de las objeciones que se le ha hecho en muchos puntos, como la teoría del valor trabajo, la plusvalía, el ejército industrial de reserva... Aunque obviamente en los años siguientes se han superado con más o menos éxito mucha de esas objeciones y han surgido nuevas críticas. Es bastante claro comparado con otros libros suyos y está muy bien argumentado y basado en los hechos. Básico para comprender una tradición muy importante. Aún así creo que el libro ha envejecido muy mal y que su análisis no es aplicable a nuestra época.

El tomo 1 es fundamental para todo aquel que "haga" ciencias sociales.

Increíble que un libro escrito desde el desconocimiento de la revolución industrial, los movimientos laborales del momento, y cuyo autor establece un sinnúmero de falacias y teorías que han sido probadas como falsas y fuera de contexto por décadas desde el ámbito social, económico y político, tenga adeptos y sea objeto de romantización contemporánea. Este libro lejos de ser clasificado como económico, debería estar en la sección de ficción, su lectura es aburrida y repetitiva, una oda a la mediocridad de una persona que nunca vivió en el entorno laboral que describe desde una posición sesgada. Siendo realistas, esta obra debía verse y analizarse dentro del contexto histórico en el que fue escrito y con las salvedades mencionadas respecto a la posición del autor en ese punto, pero no debería ser objeto de culto desde ningún punto de vista y mucho menos insistir en que se aplique de algún modo hoy día.

Lo rescatable, es la conciencia del instrumento de producción como gestor de las conductas sociales, la malignidad no se encuentra en la diferencia de clases, sino el desconocimiento de que un determinado medio de producción predispone un determinado intercambio social. El problema del marxista es confundir esta obra de ficción con un ensayo científico y la utopía con la realidad creando monstruos. Es una obra extensamente utilizada por los sofistas contemporáneos para arengar el resentimiento social y sostenerse sobre la nada.

Buena crítica, presenta argumentos sólidos.