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Sinopsis de EL AMOR DE ERIKA EWALD

Erika Ewald es una muchacha vienesa soñadora, con alma de artista, que enseña piano y que lleva una existencia rutinaria, sin secretos ni sorpresas, a no ser por los momentos que pasa con un joven violinista con quien comparte la pasión por la música. En “El amor de Erika Ewald” Zweig describe magistralmente las sutilezas de esta relación— una nueva "educación sentimental"—, con una mirada irónica y siempre atenta al juego de paradojas tensadas entre una vida que discurre anodina y la fuerza de unos sueños frustrados por el peso de la realidad.

18 reseñas sobre el libro EL AMOR DE ERIKA EWALD

De nuevo Zweig me ha tenido pegada a su prosa sin poder ni respirar. La intensidad en la que nos describe los sentimientos en este relato producen un efecto imán del que no te puedes despegar. Erika Ewald es una bella dama que vive con su padre viudo y su hermana, es profesora de piano y su vida transcurre de forma rutinaria, sin sobresaltos ni novedades. Su relación con un joven violinista la lleva a experimentar por primera vez sentimientos de enamoramiento que debido a su inexperiencia e inocencia no sabe como gestionar. Unos sentimientos que van al ritmo de la música y como si de un mar en tempestad se tratase estallan de forma incontrolada. Unos sentimientos que, experimentados por primera vez, asustan a Erika, porque no los reconoce, tiene miedo de no saberlos controlar y necesita darles tiempo para que maduren, para ponerles nombre y reconocerlos como propios. Pero era miedo lo único que experimentó al acercarse a la sensación de vértigo que supone el primer amor? O pensó que ella no merecía ser amada? Tan pocas páginas pero suficientes para que este sentimiento pase por distintas fases que irán transformándolo en pasión, obsesión, decepción, celos, rechazo, afán de venganza, aceptación y conformismo. Como en una montaña rusa de sensaciones el autor nos tendrá pegados a esta historia pero no será por lo que ocurre en ella sino por la magia de sus palabras, por su hermosura, por el placer de deleitarnos en ellas. Muy recomendable como todo lo escrito por Zweig, que no consigue decepcionarme nunca, sino todo lo contrario, confirmar su maravillosa pluma y el gran conocimiento que tiene sobre los sentimientos humanos y en especial de las mujeres, pero esta vez, por poner un pero, creo que la intensidad ha sido excesiva. Una prosa elegante y exquisita que no puede más que gustar.


Primer libro que leo de Zweig y estoy seguro será el primero de mucho. El autor sabe expresar con las palabras sensaciones que se deben vivir para sentirlas. Es un genio para utilizar similitudes que permiten adornar sus escritos, que la descripción de las cosas las haga reales en nuestro pensamiento. Todo pasa del plano literario al real (al fin y al cabo, Qué es lo real?). Parece realmente que las estuvieras oliendo, viendo, oyendo, degustando y tocando. Que impresión! El libro s muy corto, apenas lo alcanzas a disfrutar. La historia trata sobre una mujer que se enamora de un violinista y narra sobre el proceso del enamoramiento, los colores de los sentimientos y las peripecias propias que se desprenden de las pasiones. Trata también sobre los estados de ánimo. Sobre cómo dependemos de ellos para relacionarnos con los demás. Si estamos mal internamente, difícilmente estaremos bien con quienes nos rodean. Trata sobre los miedos humanos, los cuales se encuentran relatados en forma magistral a raíz de lo vivido por el personaje principal. El miedo como primera barrera para conseguir aquello que se quiere. El miedo como sentimiento personalísimo y propio. El miedo sobre lo que no se conoce. Trata sobre la madurez. Sobre cómo el paso de los años nos cambia, nos hace mejores para algunas cosas, pero viejos para otras. Sobre las relaciones reflejadas en ese paso del tiempo. Sobre el amor de niño y el amor de adolescente. Sobre cómo se enfrenta un desamor. Trata sobre la nostalgia. Sobre cómo se puede mirar el pasado sin sufrir. Sobre apreciar los errores cometidos que nos hacen crecer. Sobre el: Qué hubiera sido si? El libro me gustó. La historia es muy bonita.


Este libro es mi primer acercamiento a la literatura de Stefan Zweig y debo decir que me atrapó desde el primer nomento. Hay demasiada belleza en su manera de escribir, belleza hecha de musicalidad, melancolía y profundidad. Con maestría logra adentrarse en la psicologia de sus personajes a la vez que nos brinda hermosas descripciones de lugares y paisajes regalándonos una íntima maravilla, una novela breve, una historia pequeña de pocos personajes exquisitamente retratados. Erika es una joven profesora de piano que conoce a un joven violinista y se enamora. No se narra mucho más allá de las instancias de este enamoramiento. Algo cotidiano, nada extraordinario... Corrijo: lo extraordinario y verdaderamente atrapante es la intensidad de la prosa de Zweig. Y cuando su bella melancolía nos atrapa logra conducirnos por lugares maravillosos y de honda intensidad. Y nos retiene en el instante, las palabras fluyen suaves, armoniosas y el relato es una sucesión de momentos y lugares donde podemos apreciar la magnitud de esta vida plena de ilusiones, desencantos y angustias. Pero sobre todo nos guía en un vertiginoso paseo por los sentimientos y pensamientos de Erika. La sensibilidad y el conocimiento que demuestra el autor al describir las contradicciones, sentires y zozobras que le produce a la protagonista su amor nos deja frente a una intensidad que nos hace difícil no desfallecer ante tanta desesperación y agobio. Caemos, junto a Erika en el torbellino de su cabeza y la impetuosidad de sus acciones. La ingenuidad y candidez de los primeros amores chocan contra la insobornable realidad. El amor de Erika es un amor transfigurado, atravesado por los miedos, por una desbordante sensualidad que impulsa a la vez que repele. El romanticismo idealizado es la semilla de la que germina la desdicha. Una pugna constante, una lucha en la cual nos jugamos mucho más que la satisfacción del deseo. Ansiando leer otras obras de este autor, considero que "El amor de Erika Ewald" es una excelente puerta de entrada a su literaura.


Qué delicia es leer a Zweig. La forma que tiene de narrar, de transmitir emociones y sentimientos, de dibujar un paisaje, de emocionarte con una pieza de música... es que es impresionante. Realmente yo creo que no importa tanto si la historia te gusta o no, o si empatizas y conectas con los personajes. Más que el 'qué', pienso que aquí destaca mucho el 'cómo'. Zweig es un maestro de la narrativa y, especialmente, de las pequeñas 'nouvelles' como esta y no ha podido gustarme más.⠀ ⠀ La pasión por la música y las calles de Viena son el escenario de esta historia de un amor adolescente. Erika, una joven profesora de piano, lleva una vida monótona, triste y solitaria pero un día conoce a un chico violinista y todo cambia.⠀ La verdad es que visto así probablemente no sería una lectura que escogería de primeras, pero es que la narración de Zweig lo es TODO. Me ha parecido increíble su capacidad para transmitir los pensamientos y emociones de Erika, cómo se sumerge en su mente y cuenta con toda delicadeza lo que siente y los cambios y contradicciones a los que se enfrenta. Y qué decir de la ambientación... Parece que estés paseando por el 'prater' de Viena y escuchando esas piezas de música. Tiene tantas frases tan acertadas y bonitas. El libro tiene 2 o 3 diálogos, pocos personajes y no hay mucho movimiento pero realmente la lectura es ágil y corta.⠀ ⠀ “Porque hay naturalezas en la que todos los grandes acontecimientos y todos los sucesos sobresalientes, además de provocar una conmoción general en el alma, pulsan también la cuerda grave y sorda de un secreto dolor y una íntima melancolía, cuyo sonido llega a ser tan elevado y penetrante que todos los demás sentimientos se disuelven en él perdiendo su ser. Y así era Erika Ewald” Gracias al que me había recomendado al autor, espero leer más obras del mismo 😊


En una nueva cita con Zweig, en esta ocasión he disfrutado de una historia donde El amor de Erika Ewald en todas sus manifestaciones y la sensibilidad que despierta la música en ella se entretejen para construir la trama del relato. Que tan cierto es lo que dicen: “¡El que se enamora pierde!” Cuando el amor llega por primera vez a la vida de la señorita Erika, una profesora de piano, que lleva una vida rutinaria, muy formal y me atrevería a decir que un tanto mojigata; ella empieza a experimentar emociones y sentimientos que no sabe cómo controlar y teme equivocarse, porque no se siente preparada, su mente y su corazón están llenos de dudas. Es entonces cuando el austriaco hace uso de la magia que lo caracteriza para crear el perfil de los personajes, deleitándonos una vez más con la capacidad que tiene de transformar un instante, que puede pasar desapercibido en una fuerza narrativa que revela como el amor siendo un sentimiento tan maravilloso se puede convertir en un arma de doble filo, cuando se llega a idealizar a las personas, porque no se puede frenar, en este punto la conciencia y la razón se divorcian, dando paso a la sucesión de una serie de eventos apasionados y actitudes inapropiadas que nos ponen de frente a los prejuicios y normas sociales impuestas por la sociedad de la época.


Erika Ewald es profesora de piano y lleva una vida solitaria. Sólo entiende el mundo a través de la música y a través de ella también conoce el amor. Un violinista que comparte su pasión, llega para mostrarle un sentimiento tan sublime como la música, pero que viene acompañado de las frustraciones y los miedos. ¿Giros dramáticos? Ninguno. ¿Argumento de peso? Pues no! ¿Y... entonces? Lirismo, prosa preciosa, metáforas y un hombre dibujando y desdibujando los sentimientos de una mujer como un Dios: Stefan Zweig. Otra vez Arquitectura: una pieza sobre otra, un dibujo aquí, otro allá, todos hechos con palabras para dar forma a otro relato precioso. Seamos honestos: Zweig hacía alardes con la literatura. Veo en este libro hermoso la vanidad, el ego de un escritor que se sabe bueno con el alfabeto. Es su alquimia y siempre encuentra la piedra filosofal. Estoy cegada por Zweig, lo sé, pero su obra es para mí, más musical que para Erika Ewald su violinista.


Erika Ewald es una joven vienesa, maestra de piano que lleva una vida anodina, hasta que conoce a un joven prodigio del violín del que termina enamoradose perdidamente, amor acrecentado por la pasión que ambos comparten por la musica. Aunque al principio su amor es platonico, poco a poco va madurando en ella hasta convertirse en un amor puro, sincero y pasional que abriga discretamente en su corazón. Fiel ejercicio de como el amor te hace perder el sentido de la realidad. Un verdadero deleite leer a Stefan Zweig.


El amor es extraño, incontrolable e impredecible. Erika hace un viaje entre sus deseos y su destino. Esta historia es sólo un recordatorio sobre la importancia de dejarnos sorprender, de ser cautelosos y no poner las esperanzas absolutas de nuestros caprichos al éxito de nuestro caminar. Y, en esta ocasión tengo que resaltar una excelente forma narrativa. El autor utiliza las palabras de forma magistral. Era como deslizarse entre frases, una autentica delicia.


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FRASES DEL LIBRO EL AMOR DE ERIKA EWALD

…un dolor profundo es como un oscuro arroyo de montaña subterráneo, que excava en la tierra, silencioso, a través de la roca, y con impotente ira llama y llama a puertas infranqueables.”


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