DOS DIAS DE MAYO

Tras un descanso en la lectura de esta saga, me reencuentro con el Inspector Mascarell en esta cuarta entrega. Un placer. Me están gustando mucho las historias de este inspector, un ex policía que sin embargo nunca dejará de serlo. Tenaz e incapaz de dejar de investigar cuando, casi siempre por casualidad, se ve metido en un caso. A costa de su propia seguridad llegará hasta el final. En esta ocasión, durante dos días de Mayo en los que su pareja se encuentra ausente, buscará sin descanso al asesino de su amigo Mateo, su ex jefe. Su hija se lo ha pedido, y él siente que se lo debe. Estamos en la Barcelona de 1949, y ante la visita del Generalísimo Franco la gente sale a la calle y le aclama con fervor. No, no han salido todos a la calle, un gran número de personas se quedan en sus casas, pero esos no hacen ruido, y la prensa sólo contará una parte de la realidad. Muy buenas novelas policíacas con base histórica. Continuará....

Retomando la serie de novelas protagonizadas por el inspector Mascarell. Año 1949 Miquel se encuentra solo, Patro ha tenido que viajar por un familiar que se encuentra enfermo y él se entera que su antiguo jefe ha fallecido, en el funeral se entera por su hija que había sido detenido y que sospecha que el atropello fue intencionado. A partir de aquí Miquel comienza a investigar y se verá envuelto en un plan para matar al dictador, una vez más su vida está comprometida por fantasmas del pasado, entretenida y de rápida lectura, ni Jordi Sierra ni Miquel Mascarell defraudan nunca.

Me ha parecido el más flojo de la saga por ahora, aunque su lectura es ligera y amena

Es una novela que como sus predecesoras, tiene mucho de novela negra, pero buena parte también de ficción histórica, porque los hechos en los que participa Mascarell son totalmente ficticios, pero el paisaje de la ciudad que nos dibuja el autor, así como las circunstancias en las que se vivía en la Barcelona de finales de los años cuarenta, son reales. Es un fresco de la Barcelona del año 1949, con el fútbol, con las cartillas de racionamiento y el mercado negro, con la Hoja del lunes como diario único los lunes, con algunos bares en los que ya se iba ofreciendo algo para aquellos que pudieran pagarlo, con una Barcelona dividida entre la alegría de los vencedores y el silencio de aquellos que habían sido derrotados y les quedaba poco más que la vida. Una muy buena trama con unos hechos ficticios muy bien engarzados en la historia real. Una novela en la que la desesperanza de la primera entrega va dando paso, al igual que ocurrió en la Barcelona real de aquellos años, a motivos para la esperanza, en motivos para seguir luchando y viviendo cada día.

En esta cuarta entrega Miquel Mascarell investiga la muerte de su antiguo jefe en la policia y va descubriendo toda una serie de implicaciones para realizar un atentado a Franco. Esta es la primera de las novelas de la serie donde no tiene que trabajar para empresarios fieles al regimen, si no investigar todo unos sucesos entre gente de sus mismas ideas. En lineas generales el libro no es tan dinámico que los anteriores y tiene alguna parte que lo hace un pelín más lento y que la historia no sea ni tan redonda ni tan dinámica ni mantiene la intriga hasta el final para saber como acabará la historia.

Otra novela preciosa del inspector Mascarell No es la que más me ha gustado pero merece la pena Me encantan todas sus historias y felicito al autor porque trata con mucha sensibilidad el amor del protagonista a su mujer

Amena y trepidante, así definiría la novela, de fácil lectura y rápida, sin trozos absurdos de relleno, con los giros justos y necesarios, como todas las novelas que llevó leídas del Inspector Miquell Mascarell y espero que así sean las futuras que lea. Una trama para matar a Franco durante la visita. Barcelona a finales de los años cuarenta, en plena posguerra, en los años más duros de ésta y aquí está el dilema, qué hacer. El Inspector cada vez se nos hace más mayor, es lo que tienen los años, que pesan, pero el rencor y los recuerdos de lo vivido permanecen y se acrecentan, no sé si es el personaje o el autor el que tiene esa espina clavada, pero ya no creo que lo supere ninguno de los dos. La trama policial es muy correcta, no tiene fallos, puede ser una investigación real, los personajes son creíbles, sobre todo los taxistas y su manía de hablar, eso no ha evolucionado y la descripción de la España de posguerra es tal cual la cuentan los que la sufrieron, con lo cual es perfecta. Una buena novela negra en una España dura.

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