El ex inspector Miguel Mascarell descubre casi por azar un plan para asesinar a Franco durante su visita a Barcelona en 1949.
"Mande quien mande a mí me joderá lo mismo. Y no olvide lo peor: que este país es la hostia, y nosotros, usted, yo, tendremos que espabilarnos igual. El enemigo del pueblo es siempre el poder"
Dominó la emoción. Tragó la bola de su garganta y fue a su encuentro. La vio caminar por el pasillo, guapa, preciosa, juvenil, con aquella sonrisa única que parecía iluminar el mundo, con su cuerpo flexible y lleno de vida, radiante, los brazos abiertos para recibirle...
Miquel soltó una bocanada de aire. Cuando era inspector solía decir que nadie es bueno ni malo, que todo depende de las circunstancias. Y decía que cada ser humano tenía luces y sombras.