DECADENCIA Y CAIDA

Procuro leer un libro de Evelyn Waugh al año. Es mi sustituyo a hacer terapia de cualquier tipo. En otras ocasiones, su lectura me ha resultado tan divertidamente catártica como ver algunas de las películas de Billy Wilder o de los hermanos Marx. Esta vez, en cambio, aunque me río puntualmente y reconozco el inconfundible sentido del humor de su autor, Evelyn Waugh, he de asumir que la historia no me ha atrapado y que no he percibido la malvada ironía que tanto me ha gustado en otras ocasiones. No descarto que el hecho de haber alargado la lectura de Decadencia y caída durante semanas, ¿meses?, sea la causa de mi falta de aprecio a esta obra. En cualquier caso, si te apetece leer un libro de Evelyn Waugh, más bien te recomendaría ¡Noticia bomba! (Scoop!), aún recuerdo pasajes de memoria que me hace sonreír.

No, creo que no, no tengo sentido del humor o de la ironía o de lo que sea, me falta esa parte. No me gustan los libros de humor, no los saco esencia, me dejan vacío, los acabo y ya está, sin posó, sin nada. Humor inglés, que me parece que poco ha cambiado, pues hay pasajes que me recordaron a Tom Sharpe en "Wilt" o "Zafarrancho en Cambridge", un humor absurdo, pero reconozco que cuando escribe estás cosas absurdas y las deja como si fueran normales me resulta curioso. Es el hundimiento de un hombre y su resurgir, pero no resurgir socialmente, sino el resurgir propio, ser lo que uno quiere para si mismo. Interesante la visión de las Escuelas británicas y de sus prisiones. Y por mi parte poco más, no he sacado todo a la novela, pero por culpa mía, me falta sentido del humor, aunque prometo que lo seguiré intentando.