La incorporación en el automóvil de múltiples sistemas electromecánicos y electrónicos ha permitido una sustancial mejora en la gestión global del mismo. Ello ha supuesto el incremento del número de componentes y accesorios eléctricos, así como de nuevos circuitos eléctricos. El alto grado de tecnificación alcanzada en los modernos automóviles hace necesario un conocimiento particular de cada uno de ellos, de su composición, de su localización y la manera en que han de comunicarse eléctricamente.