Dennis Rader, padre de familia, vigilante condecorado del Ayuntamiento de Park City y presidente de la congregación de la Iglesia Cristiana Luterana, tenía en realidad una doble vida. Bajo esa aparente afabilidad y bondad se escondía un asesino cruel. Le gustaba torturar a sus víctimas que, atadas, no podían defenderse y morían bajo el signo, además, de la desviación que el criminal sentía por el bondage: vestirse y fotografiarse atado y con ropa interior de sus víctimas. Pero Rader cometió el error de la vanidad y, comunicándose a través del diario local de su ciudad, The Wichita Eagle, a quien describió su primer asesinato anunciando que su contraseña sería Bind them, torture them, kill them (átalas, tortúralas, mátalas) facilitó una pista para que le rastrearan informáticamente. Después de treinta y un años impune, detenerle fue fácil. Actualmente cumple cadena perpetua por diez asesinatos.
Crónica policíaca de un caso real, les comparto el siguiente fragmento. "Dios Nunca es parcial, cruel o culpable, el mal existe en el mundo hay personas malas que hacen cosas malas porque quieren y cuando eso sucede hay que detenerlos."
Cronica policiaca bastante entretenida de un caso real, les comparto el siguiente fragmento. "Dios Nunca es parcial, cruel o culpable, el mal existe en el mundo hay personas malas que hacen cosas malas porque quieren y cuando eso sucede hay que detenerlos."