Zaza es la droga perfecta, y ZaZa es undealer retirado en Ibiza. La historia de un gigantesco embrollo. Esta es la historia de Za Za, futuro emperador de Ibiza. Y es la historia de un gigantesco embrollo. Porque ZAZA es el nombre del mayor yate de recreo jamás visto antes, y, por si eso fuera poco, también es el nombre de la droga perfecta, la más potente, inocua, alucinante y limpia droga jamás creada o encontrada, esa que provoca felicidad sin límite sin exigir peaje a cambio, ni al alma ni al cuerpo. Zacarías Zaragoza Zamora, alias Za Za, disfruta en Ibiza de un retiro tranquilo y sin sobresaltos, convencido de que sus tiempos de dealer habían acabado hace años. Pero el pasado ha regresado con sonido preciso a su vida para convertirle en emperador de la isla. ¿Despropósito? Hay quien lo llama destino.
Quise leer este libro porque había escuchado muy buenas críticas del mismo y del autor, a quien incluso comparaban con Murakami y Houellebecq. Tal vez me generaron una expectativa demasiado elevada, porque no me encontré con nada de lo que esperaba, y no es que necesariamente eso sea malo; las sorpresas pueden ser bastante motivantes. Pero no me gustan los párrafos tan cortos. No me gusta que las descripciones brillen por su ausencia. No me gustan las frases sueltas, a veces casi que carentes de sentido. Al principio, el libro es algo caótico, y después se va organizando un poco para terminar en un giro final que a algunos puede gustarle, pero a mí no. El sentido del humor -algunas veces- es uno de los factores que lo rescata de una debacle, junto al hecho de que al final se perciba una estructura que ha permanecido casi invisible durante la mayor parte del libro. Otro aspecto a destacar, es la forma en que se va generando el caos a partir de la confusión, la cual se origina en que el protagonista, Zacarías Zaragoza Zamora, es conocido con el alias de Zaza, que es el nombre tanto de un enorme yate de recreo como de una droga limpia, poderosa, perfecta y potente que produce una felicidad desmesurada sin efectos secundarios. Como dice el propio autor, esta droga de la felicidad se convierte en el mayor negocio después del catolicismo. Tengo la certeza de que a otra persona le podría gustar, como también de que no es la gran obra que esperaba leer.