Dice que sólo llora en el mar porque son las únicas lágrimas que no se echan a perder. Pero lleva cuarenta años convirtiendo los poemas de amor en canciones que han nublado la mirada a públicos de cuatro continentes. Maria del Mar Bonet, la vocación más perseverante de Els Setze Jutges, es el alcaloide del Mediterráneo: en su imaginario confluyen sus aromas antiguos, sus poetas modernos y sus desgarros homéricos; en su voz, la luz nacarada de Estambul, los vinos griegos, la resonancia del deseo y el trémolo de las sabinas mallorquinas cuando se inclinan ante el soplo del llebeig. Censurada por el franquismo, aclamada en fecha fija en la Plaza del Rey de Barcelona, escoltada por Alan Stivell, Milton Nascimento, Theodorakis, Jackson Browne, Amancio Prada, Serrat o Lluís Llach, el canto de esta sirena es universal, pero su vida privada ha sido un huerto cerrado. Este libro entreabre las puertas de esa tierra secreta para asomarnos devotamente a su encanto. Emilio Garrido compone el más bello retrato que un hedonista de la música, de los versos y del mar puede hacer a una mujer secretamente amada por todos.