VLAD

Es muy probable que Carlos Fuentes haya sorprendido con esta fantástica novela a su público lector; pero como él mismo dijo en una entrevista “Siempre empiezo con un tema y no sé a dónde voy. Yo me la paso de sorpresa en sorpresa, por fortuna, si no sería muy aburrido.” Y es así como aparece el Conde Vladimir Radu, un vampiro, que se traslada desde los Balcanes a la populosa ciudad de México en “donde hay mucha sangre para chupar”, según palabras del propio Fuentes.

Vlad Dracul "el empalador" está en México y tiene como víctimas a un abogado de nombre Ives Navarro, su esposa y su hija. El crescendo en el relato es constante y lleva al lector por el horror, y también, por la reflexión y la desesperanza. Fuentes nos muestra la muerte como una suerte de trágico error que pesca al frágil ser humano en cualquier instante: es inoportuna, injusta y arbitraria. De ahí que muchas veces es preferible a la muerte, la demoníaca alianza con los seres malignos en busca de la ansiada inmortalidad que permita al ser humano el disfrute sin la enfermedad, la vejez, la consiguiente finitud. El relato es magistral, bien construido, de prosa exacta, reflexivo, muy del estilo de Fuentes. Una suerte de nueva escritura del trágico vampirismo, tantas veces contado, pero con el elemento añadido del claro deseo de inmortalidad, sin ambages ni reparos morales. El capítulo 11 es extraordinario: narra la sangrienta historia de Vlad en el año del Señor de 1448 con gran erudición y bella prosa. Extraordinario relato que se lee en un par de horas y mejor en la oscuridad, tal vez ante el fuego de la chimenea, en soledad o en grupo y en voz alta, tal como nuestros ancestros solían narrar sus cuentos extraños y de ultratumba.

Una vuelta de tuerca de la historia de Drácula, pero esta transcurre en México. La idea me parece muy original y la verdad es que la prosa de Carlos Fuentes es atrapante y en algunas partes angustiante (y hasta repulsiva también). Es un genio en transmitir sensaciones. En cierta medida me recordó a su otra gran obra, Aura, por el halo de misterio, y esa sensación de claustrofobia. Sólo tengo como crítica el final, que me parece muy abrupto, creo que la obra daba para mucho más.

No sé qué pensar del libro. Disfrute muchas cosas pero me quedé muy "meh" con el final. Ahh, estoy un poco fría con respecto a esto.

Una novela muy bien escrita. Una actualización de la vieja leyenda de Drácula donde aprendemos de los miedos del ser humano y de las necesidades de la bestia, de cómo llegó hasta ahí. No son necesarias 400 páginas para escribir una gran novela y este es un clarísimo ejemplo. Tan corta, intensa y bien estructurada que en un par de horas largas te la devoras.

En este relato Carlos Fuentes hace algo similar a lo que Mariana Enríquez intenta hacer con sus obras: sacar el terror de los góticos terrenos y ritmos europeos y americanizarlo. Pero mientras que la autora lo lleva a terrenos del conurbano o la ciudad de Buenos Aires, Fuentes lo lleva a su México natal. La historia es sencilla y conocida, la del conde Drácula, pero con una intervención mucho menos fuerte de los personajes secundarios y con una resolución diferente. No esperen una copia o simplemente color local. Es una historia distinta y como tal debería ser tratada. Quizás el único punto en contra sea su extensión. Es tan breve que no llega a ser una novela corta sino, quizás, un cuento muy largo.

Menuda joya literaria la que tenemos ante nosotros y es que no se podía esperar menos de Carlos Fuentes que nos sorprendió con "Vlad". Cuando yo me encontré con este libro dije: acaso el señor Fuentes quiere crear su propio Drácula. Pues nada de eso resulta que con la versatilidad y buena pluma del autor pues se puede esperar de todo la verdad fue ingenioso ¿Se habían imaginado un vampiro en la ciudas de México? Si bien "Vlad" toma de referencia a "Drácula" nada tiene que ver un libro con otro para empezar el primero es una novela corta y trae consigo una importante crítica social y política. Carlos Fuentes sin duda alguna sorprendido a más de un lector; pero como él mismo dijo en una entrevista “Siempre empiezo con un tema y no sé a dónde voy. Yo me la paso de sorpresa en sorpresa, por fortuna, si no sería muy aburrido.”  Y es así como aparece el Conde Vladimir Radu, un vampiro, que se traslada desde los Balcanes a la populosa ciudad de México en “donde hay mucha sangre para chupar”, según palabras del propio Fuentes.  Esta fue la última novela escrita antes de su muerte, y Carlos Fuentes nos propone una revisión de aquél personaje cuya crueldad mítica inspirara la novela Drácula de Bram Stoker. Por si fuera poco nuestro querido escritor nos revela, a través de este relato corto pero sólido, sus conocimientos sobre el vampirismo, mitos y leyendas. Vladimir, el empalador, y Príncipe de Valaquia es la fuente con la que construye su oscuro personaje.  Vlad es una novela fantástica, de terror psicológico en la que el escritor no se priva de emplear un lenguaje despiadado para generar imágenes atroces y repulsivas que sacuden a cualquier lector; pero también posee, en su trama, una veta filosófica, donde el libro albedrío y la elección de un destino están presentes en su desenlace. El escritor mexicano no se vale de un Van Hellsing para que salve el mundo, sino que deja toda la responsabilidad en su protagonista, Yves Navarro.  La crítica ha opinado: "Si le gustan las historias de vampiros y le hierve la sangre ver a lo que han quedado reducidos estos terroríficos seres, esta novela corta le devolverá la fe en el género." -Revista Soho- "Vlad es una novela corta que se comienza a leer a las nueve de la noche, se termina a las 10 y te deja con el ojo como plato hasta las ocho de la mañana." -Xavier Velasco- "Rompiendo con el cliché del vampiro bueno, lindo y guapo, y además romántico, el escritor mexicano Carlos Fuentes dio vida a 'Vlad', un vampiro bestial, cruel y milenario, que irrumpirá con verdaderas negras intenciones en la Ciudad de México." -El Economista-