UNA PASIÓN ESCRITA

He terminado “Una Pasión Escrita” de Maria Maldonado hace casi dos días y todavía estoy inmersa en la atmósfera creada por la autora del Madrid de finales del Siglo XIX, donde convivían no sólo aristócratas, burgueses adinerados, profesionales salidos de la burguesía y también de la clase obrera con más posibilidades y obreros sin derechos, sino también mujeres que empezaban a rebelarse contra el rol exclusivo de madres y esposas que les señalaba la sociedad, las buenas costumbres y la Iglesia. Esta novela yo la incluiría en el Género de “Feminismo Originario”, ya que -aunque también tiene una historia romántica o varias, según se mire- se centra en la lucha de un grupo de mujeres, muchas de ellas literatas, contra la estrechez de miras que les imponía la sociedad en la que vivían. Se trataba de mujeres de buenas familias, que habían tenido la suerte de acceder a unos estudios un poco más amplios de los que se estilaba en la época para las niñas y señoritas que podían permitírselos. Ellas fueron la punta de lanza para empezar a cambiar los inmensos prejuicios de la sociedad desde dentro e ir consiguiendo sus metas. Vistas con nuestros ojos del Siglo XXI no parecen muy ambiciosas: derecho a entrar en el Ateneo, derecho a tener una profesión, derecho a estudiar todas las carreras universitarias, derecho a pensar por sí mismas y, como gran objetivo, derecho a votar. Pero vistas con los ojos de finales del Siglo XIX eran absolutamente revolucionarias. Para mí, estas feministas son las que de verdad tienen valor, porque deben reivindicar sus aspiraciones desde dentro de una sociedad que las considera locas y marimachos, y a las que hace objeto de chanzas, descalificaciones y finalmente un ostracismo social total. Según las buenas costumbres, el lugar de las mujeres era única y exclusivamente el hogar y circunscribirse a cuidar de su marido y sus hijos. iiQue hubiera mujeres que intentaban compaginar esa vida de esposas y madres con otras aspiraciones culturales o profesionales, causaba sarpullidos en las mentes políticamente correctas de la época. Por eso es por lo que yo pienso que estas mujeres son heroínas. Es muy fácil reivindicar objetivos en una sociedad predispuesta a comprenderlos y aceptarlos, pero es francamente heroico hacerlo en una sociedad donde lo mejor que les podía pasar era caer en el ostracismo total y lo peor, ser encarceladas o asesinadas, como sigue sucediendo en la actualidad en las sociedades integristas musulmanas. Maria Maldonado ha conseguido recrear fielmente el ambiente de esa época en Madrid, centrándose en la actividad periodística, que fue evolucionando de periódicos creados por políticos para sustentar únicamente sus ideas a periódicos creados para ser leídos por cualquier persona, pudiente u obrera, y en los que cabían todas las ideas. Diego, su protagonista, es uno de esos periodistas de ideas liberales, que desde la imprenta familiar se abre paso para formar parte de la burguesía recién nacida, que vive de su trabajo y que empieza a ser el verdadero sostén de una sociedad anquilosada todavía en los privilegios de los aristócratas, sin darse cuenta de que la Revolución Industrial había cambiado las estructuras sociales decimonónicas sin que hubiera posibilidad de una marcha atrás. Victoria, su protagonista, es una de esas señoritas feministas, procedente de una familia aristocrática, con inquietudes culturales, literarias y periodísticas, que se rebela contra una sociedad que la encorseta en un rol que le resulta asfixiante, pero que acepta sus reglas al menos de cara a la galería. Cuando esos dos mundos tan distantes se encuentran, los protagonistas tendrán que gestionar no solo sus sentimientos, sino también la conciliación de sus respectivos lugares en la sociedad, que los hacía incompatibles para poder tener un futuro como pareja. De la autora, Maria Montesinos, debo destacar, aparte de su gran labor de documentación sobre el Periodismo y sus profesionales en la España del último cuarto del Siglo XIX, que en sus dos novelas haya priorizado siempre el tema de la defensa de los Derechos Sociales y del Feminismo Originario, los cuales han sido dos de las más significativas revoluciones que han sucedido a lo largo de toda la Historia de la Humanidad.

Es un buen libro, no aburre; lo único es que no me gustó el final, lo bueno es que continuará...

Tengo sentimientos encontrados con este libro. Por un lado reconozco que me ha entretenido mucho, ha sido una lectura muy amena y rápida. Por otro lado noto una evolución de la autora con respecto a "Un destino propio". Me gusta también que haya introducido de manera sutil a personajes que ya conocíamos. ¿Dónde viene el "pero"? En algo super personal y que dejó por escrito por si hay alguien que le ocurre como a mí, y es que cuando me leo una saga literaria, me gusta que esté completa, las disfruto más si las leo del tirón. Entonces me hubiera gustado saber de la relación de este libro con su predecesor (aunque sea muy efímera) y, me hubiera gustado saber que la tercera obra será la continuidad de esta, con estos datos las hubiera leído seguidas y, seguramente, las disfrutaría mucho más. Dicho esto, estoy deseando conocer el futuro que les espera a Victoria y Diego.

Pues la verdad es que me esperaba otra cosa. Leí el anterior Un destino propio y me encantó y éste me lo esperaba del estilo pensaba que iba a ser una historia de mujeres que lucharon por hacerse un hueco en la prensa y aunque se toca el tema me ha resultado muy leve. Se habla mucho de periódicos de la época, de imprentas, de personajes relacionados con la literatura ... hay veces que me he aburrido y perdido con tanto nombre. Me ha faltado más historia de mujeres que lucharon por ganarse un puesto en un mundo de hombres. Hay otra parte, que es la continuación que ya está publicada que su título es Una decisión inevitable.

Segundo libro de la serie Un destino propio de María Montesinos Volvemos a encontrarnos con la situación de la mujer en la España de finales del siglo XIX. Y para mostrárnoslo tenemos a Victoria, una joven, hija de un embajador, que viene desde Viena a vivir a España y donde se encuentra a una alta burguesía llena de normas sociales. De nuevo nos encontramos con una protagonista de carácter fuerte, luchadora, rebelde, muy inteligente, con muchas inquietudes y con las ideas muy claras. Su punto de apoyo lo tiene en su tia, una mujer también luchadora y muy segura de sí misma de la que Victoria tomará ejemplo. El protagonista masculino vuelve a ser un hombre fascinado por una mujer inteligente y segura de sí misma. A lo largo de sus tres partes, encontramos como tema principal gira el papel de la mujer a finales del siglo XIX. Como luchan por hacerse un sitio en la cultura, intentando salirse de los cánones que les marca la sociedad e intentanto equipararse a los hombres y como estos las tratan como seres intelectualmente inferiores. Nos habla, también, de temas como la lucha obrera, el amor entre clases sociales distintas y nos da muchísima información sobre el periodismo de finales del siglo XIX, el cual era más parecido a un panfleto ideólogico en el que el periodismo objetivo brillaba por su ausencia. Encontramos, también, esas normas de la alta burguesía, como debía comportarse una mujer en sociedad y esos matrimonios de conveniencia carentes de amor y una gran crítica social del Madrid de la época, en el que había mucha hambre y miseria. La autora nos muestra las dos posturas de la mujer. Por un lado vemos la de la mujer sumisa, que acata esos cánones machistas y que debe ser extremadamente recatada y por otro vemos a la mujer luchadora, que quiere tener la libertad para tomar sus propias decisiones. Al alternar la narración entre el punto de vista de Victoria, por un lado, y de Diego por otro, podemos tener un mayor conocimiento de la situación desde puntos de vista distintos. El trabajo de investigación de la autora y su manera de escribir son maravillosas, esta última hace que leas y leas y no te des ni cuenta de todo lo que avanzas, pero he notado una historia excesivamente lenta que no ha conseguido atraparme como lo hizo con el primer libro. Al ser un libro con un final abierto tengo intención de leer el tercero, ya que, a pesar de todo, tengo curiosidad por saber qué pasa en la vida de Victoria y Diego más allá de esta novela.