La esperada segunda parte de Una llama entre cenizas. La mayoría de las personas no son más que destellos en la inmensa oscuridad del tiempo. Pero tú no eres una chispa que se consume en un instante. Tú eres una antorcha en las tinieblas... Si te atreves a arder. Tras el desenlace de la cuarta prueba, Laia y Elías se ven obligados a huir de la ciudad de Serra perseguidos por un ejército de máscaras. Ahora, su única esperanza es Darin, el hermano de Laia, cuyos conocimientos sobre el acero sérrico son la clave para el futuro de los académicos. Pero Darin se encuentra encerrado en la prisión de Kauf, la más inexpugnable y peligrosa de todo el imperio. A pesar del riesgo que supone, Laia está decidida a liberar a su hermano y Elias resuelto a seguir a su lado, aunque ello suponga renunciar a su propia libertad. Juntos tendrán que luchar a cada paso para llegar a su destino y burlar a todos sus enemigos: el cruel Comandante, los soldados del Imperio, el sádico guardián de Kauf, y sobre todo, a Helene Aquilla, sometida a la voluntad de Marcus, el retorcido nuevo líder del Imperio. La que una vez fue amiga y compañera tendrá que hacer frente a una misión tan clara como indeseada: encontrar al traidor Elias Veturius y a su compañera... y matarlos a los dos.
—Leal —susurro. «Aunque signifique la destrucción de mi hermana. Aunque signifique que un loco dirija el Imperio. Aunque signifique que tenga que torturar y matar a mi mejor amigo»—. Hasta la muerte.
La mayoría de las personas no son más que reflejos en la gran oscuridad del tiempo. Pero tú, Helene Aquilla, no eres una chispa que se consume en un instante, sino una antorcha en la noche…, si te atreves a arder.
Mi madre es una consumada artista ocultando su ira, gracias a la experiencia. La envuelve en calma y la entierra en lo más profundo. Después pisotea la tierra de arriba, le pone una lápida y finge que está muerta.
Nos dijimos adiós, pero no era cierto, porque cuando pienso en tu nombre…Permaneces en mis recuerdos hasta que vuelva a verte