Aún queda una regla en el mundo de Allison Sekemoto: La sangre une. Allie ha hecho lo impensable: morir para seguir viviendo. Ha sido expulsada de Eden, la han separado del chico a quien se atrevió a amar, y ahora sigue la llamada de la sangre para salvar a Kanin, su creador, de Sarren, el vampiro psicótico. Sin embargo, cuando ese rastro la conduce a su ciudad natal, Nueva Covington, Allie encuentra algo que cambiará el mundo para siempre... y que tal vez suponga la extinción para humanos y vampiros. Está surgiendo una nueva pandemia, un tipo del virus del Pulmón Rojo que diezmó la población humana hace generaciones... solo que ahora también es mortal para los vampiros. La única esperanza de hallar una cura reside en los secretos que guarda Kanin, si Allie es capaz de encontrarlo a tiempo. Allison pensaba que la inmortalidad duraría para siempre, pero ahora, con la eternidad pendiendo de un hilo, la línea entre humana y monstruo es cada vez más difusa, y tendrá que enfrentarse a otra decisión que nunca había imaginado que tendría que tomar.